Avancari, Santiago Porras




Avancari, la primera novela de Santiago Porras, glosa la historia de las Minas de Abangares, en Costa Rica, la vida de los mineros y su insurrección.


Avancari Santiago Porras 128 pp, EUNED y año

Avancari es una novela histórica que pretende recrear el ambiente, los personajes y los eventos principales en la historia de las minas de Abangares, en Guanacaste, Costa Rica. El asunto del género histórico, que debería ser trivial, parece haber influido pesadamente en la composición de la novela, a la cual parece haber asfixiado la investigación de campo y bibliográfica.

Avancari, es, básicamente, una colección de insumos para escribir una novela que, finalmente, nunca toma forma. Adolece de didactismo, de diálogos expositorios, de utilizar la misma voz en las secciones descriptivas y en las epistolares, de empaquetar toda la trama en las últimas 10 páginas, de desarrollar subtramas que no se resuelven (e.g.: Los Chupapiedras). Las escenas que desarrolla en el comedor del complejo minero son básicamente para exponer opiniones históricas y dar una excusa rudimentaria para el conflicto de las últimas páginas. Una de las omisiones más importantes en la novela es una exploración de la vida interna de los personajes involucrados en el conflicto final.

Henry James escribía constantemente en los márgenes de sus manuscritos "dramatize, dramatize!". Ese sería un buen consejo para Santiago Porras: la novela básicamente no tiene acción dramática y se mueve a través de la exposición, la compilación de anécdotas y la descripción naturalista del ambiente. Básicamente es una novela realista decimonónica a la que le falta la mejor parte de lo que tenían esas novelas, que era su voluntad de análisis de los males sociales y su intensa acción dramática, mientras que le sobra lo peor de esas novelas: lo descriptivo y lo didáctico.

El misterioso epílogo, que no lo es, contiene la semilla de lo que pudo haber sido la novela: una voz personal, exponiendo una vivencia personal y su reacción a los horrores cotidianos de ese tipo de vida. Antes del epílogo hay seis páginas que comprenden un conflicto que pudo haber sido una novela también, poderosa, sin duda, pero que se presenta apenas esquemáticamente, como si el autor tuviera mucha prisa por terminar y no quisiera perder tiempo contando el punto álgido de su historia.

Avancari está escrita con la prosa cuidadosa, alternativamente bella, elegante o simplemente efectiva que conocemos de las colecciones de cuento de Porras, y ya eso, en Costa Rica, dónde abunda la literatura escrita con el estilo de las listas del supermercado, es algo que hay que agradecer. Los materiales para una gran novela están ahí en estado genético, si Santiago Porras se hubiera ocupado más de habitar sus personajes y menos de comunicar el registro histórico esta podría haber sido una gran novela. En el estado en el que la encontramos en el año de su publicación, desafortunadamente, no lo es.






1 Comment:

Alexánder Obando said...

En Costa Rica la novela histórica suele caer en didactismo y obsesión por la enumeración de detalles históricos. Eso le ha hecho mucho daño a la nolvelística costarricense de ese subgénero.