Urbanos, Sergio Muñoz



Reseña de la colección de cuentos.



Urbanos
Sergio Muñoz
96 páginas
Editorial Costa Rica 2003


Sergio Muñoz nació en 1963 en San José, Costa Rica. Ha publicado la novela Los Dorados (1999) y la colección de relatos que aquí se reseña, Urbanos en el 2003, con la cual ganó el premio Editorial Costa Rica en el 2002.

Urbanos es una colección de retratos de personaje de corte realista. Siete de los ocho relatos incluidos tienen que ver con la pobreza extrema, la marginación de los abandonados por la sociedad o el crimen. Muñoz no elucubra ni elabora los personajes de quienes vemos en muchos cuentos sus acciones sin que se nos presenten claves para poder desentrañar sus motivaciones más allá de las evidentes carencias que sufren. Los personajes son todos marginales o en vía de marginación y a todos pareciera embargarlos un aura de futilidad y desesperanza. Los cuentos mismos optan por tramas simples donde realmente no ocurre mucho y la acción tiende a ejemplificar la situación general del personaje sin que se presente algún tipo transformación o introspección reveladora. Al final queda el resabio de que el material es valioso pero el tratamiento superficial.

De la colección de relatos resalta el titulado Barro, que es contado en primera persona por un niño que vive en un precario y que esta enamorado de una vecina. Es un retrato certero de emociones que nos parecería imposible encontrar en medio de semejante escualidez. El personaje tiene un desarrollo cabal y al final del cuento nos identificamos con el y el cuento resulta efectivo.

En general la colección, con su corte realista, con tramas simples y uso de un lenguaje directo y sin florituras, se siente un poco como intento de revitalización del realismo social o de denuncia de mediados de siglo XX o incluso de la tradición rusa. Esta inclinación se explique quizás porque Muñoz sea sociólogo y consultor en el área de desarrollo social. Un trabajo que probablemente le de acceso a personas no muy diferentes a sus personajes, y a quienes Muñoz a decidido rescatar retratándolas aquí. En ese sentido podemos decir que la colección es valiosa porque expone el lado decrépito y descompuesto de nuestra sociedad que muchos costarricenses insisten en fingir que no existe.