Trece, Rafael Menjívar Ochoa



Reseña de Trece de Rafael Menjívar Ochoa publicada en La Nación el 29 de Mayo de 2011.


Trece
Rafael Menjívar Ochoa
201 páginas, Ediciones FyG 2008

Rafael Menjívar Ochoa, escritor salvadoreño, autor de más de diez novelas publicadas en Europa y Centroamérica, murió el pasado mes de abril. Menjívar formó parte de la “generación del desencanto” que incluye autores como Jacinta Escudos y Horacio Castellanos Moya. Sus obras permiten un contraste entre los estados mentales salvadoreños y costarricenses que pueden iluminar tanto nuestras diferencias como semejanzas.

El protagonista de Trece es un hombre que ha decidido quitarse la vida al cabo de trece días, que corresponden a los capítulos de la novela. La mórbida trama gira en torno a la búsqueda de un motivo para este suicidio, en ausencia del cual el protagonista ha establecido un plazo para saber cual será el momento de actuar. La novela está escrita al estilo de un diario que registra los eventos de los últimos días antes del suicidio y de los motivos que el autor tienen para vivir o para morir.

Los motivos de las tendencias suicidas parecieran aclararse una vez que el narrador comienza a hablar de su familia, y en particular de los espeluznantes episodios de agresión física de su niñez a manos de su madre adolescente, con quien después mantendrá una relación ambivalente de cariño e indiferencia.

Esta novela fue escrita en los años posteriores al final de la guerra civil salvadoreña, años de gran decepción durante los cuales muchos de los escritores salvadoreños participaron en la reconstrucción de una patria que terminó siendo igual o peor a la que originalmente quisieron cambiar. Del desencanto de posguerra han surgido novelas hipercríticas de la realidad salvadoreña, como El Asco de Castellanos Moya, y en este caso Trece, de Rafael Menjívar Ochoa.

Trece refleja el absurdo existencialista de una vida para la cual no se logra encontrar motivos, que avanza mecánicamente y en la cual la hipocresía y el cinismo son la norma. Resulta imposible no ver a la nueva patria representada por la madre agresora que promueve todos los antivalores imaginables y agrede psicológicamente a sus hijos. Como en un El Extranjero centroamericano, Trece es un vistazo crudo al vacío profundo del desencanto que producen la violencia y el fracaso de las utopías. Una pequeña gran novela que vale la pena leer para recordar lo que a veces se da por sentado.