Transcripción de la mayoría de los poemas contenidos en la legendaria revista de poesía latinoamericana Los Amigos de lo Ajeno.
Los Amigos de lo Ajeno
Autores Varios, Editor Luis Chaves
1998-2006, 9 números
Conversando la otra noche con Luis Chaves, poeta y editor de la legendaria revista de poesía latinoamericana Los Amigos de lo Ajeno, me comentaba lo imposible e insensato que era tratar de perpetuar indefinidamente cualquier proyecto y que la desaparición del sitio web de la revista talvez le hacia el favor a la misma de trasladarla al ambito de la memoria, y porque no, de la leyenda.
A pesar de esto, considero que el material que publicaba la revista, que Luis recopiló en una empresa no muy distinta a la de Garcia Monge, pero en un espiritu más popular e irreverente, como correspondía al nuevo siglo y al material contenido, no puede simplemente desaparecer de la red, que en modo local es esta pantalla en la que ahora se leen estas letras. Buscando un poco apareció lo que queda de la revista en los oscuros archivos al borde del olvido de internet y que, con un poco de script-fu se pudo reducir a la concentración pura de los versos desnudos. Aqui los reproducimos sin permiso (aún) de Chaves, a modo de apología del delito.
Los vestigios archivados del sitio original están aqui:
http://web.archive.org/web/*/http://amigosdeloajeno.org
El blog de Luis Chaves esta aca:
http://tetrabrik.blogspot.com/
A continuación los poemas:
Haciendo nada
"...escriben doblados sobre palabras y
saben que las palabras se inventaron
porque nada era nada."
Jack Kerouac
He pasado toda la tarde
escuchando talking heads
leyendo a kerouac on the road
dentro de esta habitación
las luces de las calles
abren lesiones
en la intensidad del encierro
es un primero de año lluvioso
en el que las cosas
no consiguen
su forma precisa
los ojos se tensan
y en la inquietud de las sombras
crecen como pequeños genitales
eléctricos
afuera
hay una fiesta
en algún sitio
una sinfonía hecha a dentelladas
que parece demostrar
que la ciudad
no ama ni odia
sólo permanece
cuando me acerco a la ventana
como un cuerpo resignado
tras descubrir
en el mismo inefable
que produce el movimiento
el origen de su detención
en esta fijeza pronunciada
que me invade después
de haber pasado la noche
escuchando talking heads
y leyendo kerouac
on the road
mientras un viento solitario
sacude los vidrios
y frasea el eco
de un gorgoteo en la cocina
dentro de esta habitación
una cascada de visiones
se transforma
en un extenso animal
de "prosas cortadas":
cuerpos negros
en una superficie
blanca
eso es todo
no hay plegarias
,Fabián San Miguel - Argentina - 1964 - Del libro Perros de la belleza (Ed. Ultimo Reino, 1996).
Los Alpes no existen
Diego Armando Mundialista en Casa Tía Valentina
no existe
El Repúblico Jardín de la Chango Producciones
no existe.
La Correa Difunta Su Segura Servidora
no existe.
El viaje de egresados de Disney a su Bambi
no existe.
Los dromedarios, los esquimales,
la Mona Lisa, la Cosa Nostra,
los Alpes, los armenios,
los intestinos no existen
Melchor, Gaspar, Caperucita, Rasputín
la Vascongada, la Patagonia, el ADN, la economía,
el pecado, el Diluvio, el clítoris, el tiempo,
los cielos, los planetas, los dioses, las estrellas
°no existen, no existen, no existen, no existen!
Fernando Molle - Argentina - 1968 - De la antología Poesía en la fisura (Ediciones del Dock, 1995).
El lugar al que quiero ir no existe.
Las palabras que quiero pronunciar
son insondables.
Y aquí, en este sitio,
la luz desangra opacidades,
mi nombre se mece como un ahorcado,
con la lengua apuntando en todas direcciones.
Gerardo Cerdas Vega - Costa Rica - 1974 - Del libro La imagen calcinada (Editorial Alambique, 1997).
Instantánea (de mi padre)
No bebía
tenía el renunciamiento de un pez en el Sahara
de una vaca castrada por los banderilleros de la feria.
Comunista, pudo haber sido masón o cuáquero.
Igual le habrían cortado los nudillos,
igual habría partido su tazón con nadie.
En deplorables noches montaba a mi madre
como quien coge un tren equivocadamente.
Ah la pradera donde fue comido por los buitres
(sus hijos).
Ah este sol implacable sobre mis ojos.
Damaris Calderón - Cuba - 1967 - De la antología El pasado del cielo (Alejandría Editores, 1994).
Propuesta para escena de vídeoclip
Esta es la Interamericana Sur
a ochenta y cinco kilómetros por hora.
Sacás tu mano por la ventana
y hacés un pulso con el viento.
No hablamos. No hace falta.
Cada tanto se nos escapa una palabra
que luego flota en la cabina
hasta que el ambiente árido
la obliga a caer derrotada en el cenicero.
Quizás este sea nuestro último viaje juntos,
con el pasar de los meses
aprendimos a desconocernos.
Alguna vez creí que eras
la muda de Vicente,
la ciega de Huidobro,
ahora me aburre la poesía.
Delante la tarde se despide
con un calmoso descenso de su manto violeta,
atrás la noche se asoma
igual que un mendigo en el parabrisas.
Cada segundo nos alejamos más de personas
que creyeron saber quiénes éramos;
como si fuera así de sencillo,
como si mojarse los pies en el mar
bastara para comprender las profundidades.
La oscuridad se hace lugar entre nosotros,
tan densa y pesada,
que sentimos viajar cada uno solo.
Con tu izquierda buscás una canción en la radio,
yo sólo miro la autopista
creada metro a metro por los focos.
Encendés fósforos,
los lanzás a la carretera,
y con cada uno tu rostro se aparece
fugazmente a mi lado.
En el retrovisor puedo ver
una débil línea de vos,
apagándose, conforme avanzamos.
Luis Chaves - Costa Rica - 1969 - Inédito.
Historia natural
Las culebras ciegas son noctívagas.
El orangután es profundamente solitario.
Los monos prefieren también el aislamiento.
Algunos árboles sólo fructifican de 25 en 25 años.
Las cig¸eñas copulan en vuelo.
El mundo no es lo que pensamos.
Carlos Drummond de Andrade - Brasil - 1902-1987 - De la antología Itabira (Visor, 1990).
Letanía
Nosotros no nos realizamos nunca.
Somos un abismo que va hacia otro abismo -un pozo que mira al Cielo.
Fernando Pessoa - Portugal - 1888-1935 - Del Libro del desasosiego (Edición de Seix Barral, 1984)
Sin llaves y a oscuras
Era uno de esos días en que todo sale bien.
Había limpiado la casa y escrito
dos o tres poemas que me gustaban.
No pedía más.
Entonces salí al pasillo para tirar la basura
y detrás mío, por una correntada,
la puerta se cerró.
Quedé sin llaves y a oscuras
sintiendo las voces de mis vecinos
a través de sus puertas.
Es transitorio, me dije;
pero así también podría ser la muerte:
un pasillo oscuro,
una puerta cerrada con la llave adentro
la basura en la mano.
Fabián Casas - Argentina - 1965 - Publicó Otoño, poemas de desintoxicación y tristeza (1985), Tuca (Libros de Tierra Firme, 1990) y El salmón (Libros de Tierra Firme, 1996), al cual pertenece este poema.
Padre en viaje
Se sube al exacto gris del camino.
Toma una curva a velocidad.
y cae.
Huesos de leche sucia,
sus charcos blancos al costado de la ruta.
Mi padre dijo que volvería
en otoño celeste,
y en las bolsas de importación
de espejos.
Ha vuelto con sus manos
atrás y adelante
cubriéndole el rostro de caléndula
que deja olorosos mensajes en las máquinas.
Ha vuelto del viaje
más lento que el aullido
dedicándose como un ciego a la esperanza.
Padre: veo en el espacio alcohólico de tu entrecejo
la mentira que arruga.
veo que se curva en auspiciosos cielos eléctricos
y voltea el gesto candombero.
Ojalá te salve del entuerto
la frase del azar envuelta.
Hay un cíclope en el ojo de la niña
que monta las pendientes
de lunas crueles
de angustias mordientes.
Dice simplemente que no es de este mundo,
de este mundo de poemas estridentes.
Vuelve por partes (en angostos pedacitos la garganta)
Sigue el padre en el espejo velado
Sigue la madre con el intestino agrio.
Y caen:
las madres en su silencio de madres
el ondulante sueño que precede al mundo
los huesitos de esos cuerpos al borde de la ruta
la cartilaginosa mancha de la ausencia
cuando imagino que me olvido.
Silvina Vázquez - Argentina - 1975 - Inédito.
Soy
Soy la gran Virginia Gr¸tter, øla recuerdas?
la que escupe tabaco en las esquinas
y está ronca de pegar gritos
y camina como una estela pintarrajeada y tambaleante
Soy Marguerite Dur‡s con su joven amante
y su vida refinada y alcohólica
Soy Simone de Beauvoir con todo y su Jean Paul Sartre
y su intelecto y su feminismo y su academia
Soy la imbécil "femme" que desde este pueblo polvoriento
habla del erotismo francés
frente a un auditorio de subnormales
Soy la puta más puta que arrastran de los pelos
asquerosa y desnuda
Soy la pobre infeliz
que no tiene un centímetro de cerebro
hipocondríaca
que camina como idiota esperando que el padre de sus hijos
o el cura
le dé una limosna
Soy yo
la del cuerpo grabado en la piedra
la que consume sus ojos en la arena
la que ya no puede hablar de amor tan fácilmente.
María Montero - Francia/Costa Rica - 1970 - De la antología Martes de Poesía en el Cuartel de la Boca del Monte (Ed. Lunes, 1998). Publicó también El juego conquistado (Ed. Costa Rica, 1985).
Las chicas que escribimos
A las chicas que escribimos
alguna vez nos llamaron al festín, al convite
a nosotras que escribimos todos los deseos con cada pulso
y allí nos fuimos
y allí nos perdimos apenas un piecito cruzó el espejo
°todas las palabras se abrieron capullos dentro nuestro!
las chicas que escribimos vivimos entretejidas
en sueños estridentes como todo secreto
Yo en el verdor, ella con los cactus bebé
niñas atragantadas llevamos dentro
llevamos pequeñas Alicias pornostar danzando
en tacos aguja de cristal ceniciento
°ah el deseo que nos ahoga!
°ah, si la sed no nos resecara más que los labios-frutilla!
las palabras de las chicas que escribieron antes de nosotras
-so close, so faraway-
viven en donde habitamos
enredadas quedaron en sus disfraces antiguos
y todas creamos el mundo
desde nuestros versitos
porque no hay otra manera de crearlo
porque todo lo demás huele a big bang trash
A las chicas que escribimos nos duele
todo el tiempo la decepción
y morimos siempre que sobreviene el mediodía
princesas húmedas en love-trip
nosotras las chicas que escribimos
aullamos
mientras nuestra piel miente la seda
luego nos queda el consuelo de descoser las palabras
amorosas hilarlas en nuestras ruecas
con el paso de las horas oscuras
luego salir a lo verde
somos ninfas de un bosque
del cual ustedes sólo pueden entrever el follaje
a nosotras que corremos por la fascinación de las calles
de una ciudad donde nacen mundos
como abismos que unos a otros se miraran
a nosotras que nunca sabremos qué hacer
con tanto deseo de todo
a nosotras todo
que vamos etéreas como telarañas desde donde espiar
y esperaremos penélopes
que las palabras que escribimos nos vuelvan
a abrazarnos en los umbrales desnudos
donde las chicas que escribimos
estamos tejiendo para siempre.
Ana Wajszczuk - Argentina - 1975 - De Trópico Trip (Ediciones del Diego, 1999).
El sueño de Beowulf
Es totalmente vana la ambición del cazador que cansado de
leones y bestias de segunda, busca hacer de su cuarto un
bestiario medieval. Recoge libros de una selva hundida entre
las sombras, coloca en las paredes la cabeza apagada de un
dragón de Dinamarca y las alas viejas de un ángel nocturno.
Le busca al alebrije sus múltiples caras. Y en una pared
desnuda que espera su último trofeo
coloca el espejo.
Mauricio Molina - Costa Rica - 1967 - Con su poemario El abominable libro de las nieves (al cual pertenece este texto) gana en 1998 el II Premio Hispanoamericano de Poesía Sor Juana Inés de la Cruz.
Balada para desayunar
a cristina
quién fue marlon brando en el último tango en parís
tan cínico
tan aturdido por los trenes
quién fuera él para escuchar:
es obvio que sólo un hijo de puta
un bendito trozo de mierda que simula pensar y hablar
se puede enamorar de mí
pero te amo cabrón
no te mereces más
quién montado en maría schneider
metido en esa fruta despeinada
de escandaloso olor a mantequilla
el resto
ya no importa.
José Eugenio Sánchez - México - 1965 - Del libro Physical Graffiti (Visor, 1998).
Viernes 5 de abril, 1:45
La muchacha del cuadro
mira a la visitante
del museo. Son jóvenes
las dos de frente, y bellas
mirándose a los ojos
a través de los siglos
que urdieron el encuentro.
La muchacha de afuera
sonríe al contemplarla
como a una antigua amiga,
a un tiempo eterna y breve;
da unos pasos atrás,
murmura algo en latín
y busca en el bolsillo
el bulto que advirtió
inquieto un policía
al verla entrar. De prisa,
el guardia la intercepta,
discuten, la registra
y rueda sobre el suelo
brillante una manzana.
La muchacha del cuadro
mira cómo se aleja
la muchacha que afuera
empuña oculta, firme,
una cuarenta y cinco.
Jorge Valdés Díaz-Vélez - México - 1955 - De su libro La puerta giratoria (Joaquín Mortiz, 1998), Premio de Poesía Aguascalientes 1998. Ha publicado también, entre otros libros, Cuerpo cierto (Ed. El Tucán de Virginia, 1995) y Voz Templada (La Habana, 1985).
Texto fascista
Siglo IX d.C.
Uno de los ministros de la Dinastía Tang,
Po Chu Yi, conocido también como Bai Juyi,
escribió poemas inmunes al paso del tiempo.
El que su sirvienta
no comprendiera los borradores,
representaba motivo suficiente para tirarlos.
Siglo XX d.C.
Asisto por compromiso
a una lectura de escritores
exageradamente inadvertidos
fuera del círculo familiar.
No entiendo la mitad de lo que dicen.
Faltan tantos sirvientes en el mundo.
Luis Chaves - Costa Rica - 1969 - Inédito. Publicó El anónimo (Ed. Guayacán, 1996) y Los animales que imaginamos (CONACULTA México, 1998).
El cemento
Me perdí en Buenos Aires, ebria, me hallaron en un Bunker,
bailando en medio de travestis, un hombre pensó que yo era
un muchacho, salimos a la calle a tomar unas cervezas, me
habló de su amado por horas, me dijo que lo golpeaba, que
cuando quiso matarlo él besó su trasero, luego habló de unas
luces que ve al cruzar la calle San Telmo, un viejo barco que
lo llevó una noche a un extraño lugar.
Deslizó su mano hasta tocar la mía
nos parecíamos a una breve imagen del abandono.
Malu Urriola - Chile - 1967 - Este poema pertenece al libro Dame tu sucio amor (Ed, Surada, 1995). Publicó además Piedras rodantes (Ed. Cuarto Propio, 1988).
Un hombre pasa con un pan al hombro...
Un hombre pasa con un pan al hombro
øVoy a escribir, después, sobre mi doble?
Otro se sienta, ráscase, extrae un piojo de la axila, mátalo
øCon qué valor hablar del psicoanálisis?
Otro ha entrado a mi pecho con un palo en la mano
øHablar luego de Sócrates al médico?
Un cojo pasa dando el brazo a un niño
øVoy, después, a leer a André Bretón?
Otro tiembla de frío, tose, escupe sangre
øCabrá aludir jamás al Yo profundo?
Otro busca en el fango huesos, cáscaras
øCómo escribir, después, del infinito?
Un albañil cae de un techo, muere y ya no almuerza
øInnovar, luego, el tropo, la metáfora?
Un comerciante roba un gramo en el peso a un cliente
øHablar, después, de cuarta dimensión?
Un banquero falsea su balance
øCon qué cara llorar en el teatro?
Un paria duerme con el pie a la espalda
øHablar, después, a nadie de Picasso?
Alguien va en un entierro sollozando
øCómo luego ingresar a la Academia?
Alguien limpia un fusil en su cocina
øCon qué valor hablar del más allá?
Alguien pasa contando con sus dedos
øCómo hablar del no-yó sin dar un grito?
César Vallejo - Perú - 1892-1938 - De Poemas humanos.
Ah, poetas de mi tierra
Ah, poetas de mi tierra,
poetitas de mierda
con quienes aprendí a conocer
una nueva enfermedad:
la trinofobia.
Poetas de poetas,
esqueletos de oficina.
telefónicos versos,
dominicales y amarillos,
sálvensesipueden,
novios de la muerte,
vividores de la luna,
no se sorprendan
cuando guiando mi bicicleta
les caiga encima,
transeúntes de vías lácteas,
y lean en el periódico amarillo
al otro día:
´Poeta Zutano,
recuperándose.
Le cayó encima
un ángel de cien metrosª.
Raúl Arias - Ecuador - 1943 - Poeta de la generación tzantzica ("tzatza", palabra de origen Shuar -etnia del oriente ecuatoriano- fue el distintivo de un movimiento que alegaba la reducción de las cabezas de los enemigos). Ha publicado Poesía en bicicleta (1975), Lechuzario (1983), Trinofobias (1988) y Cinema Vida (1995), entre otros
Antes de la caza
a mi padre
Quiero encontrar el lugar
dónde ubicarme.
Entro en la vecindad
de voces que me dicen:
ve a buscarte lejos,
en los andenes de las penas.
Ve a ponerte en fila con los astros;
deja el poema un rato,
y reconoce los olmos.
Piensa que ya estorbas y no sirves,
que de grande uno se trastoca
y se consume.
Mamá ya no prepara bien las cenas,
no hay comida hasta después del día.
Ve a buscar el círculo vicioso
que pueda hacerte hombre
en el insomnio de los días.
Vete y no vuelvas
hasta después de la caza.
Xavier Oquendo - Ecuador - 1973 - Ha publicado cinco poemarios, entre ellos El anverso de las esquinas (Subsecretaría de Cultura de Ecuador, SINAB, 1997) y Después de la caza (Manglar Editores, 1998), al cual pertenece este texto.
X (léase equis)
Yo estaba acariciando tu cuello
bronceado,
vos,
atendiendo la
autopista.
Como escribimos mal las direcciones
apuntamos al oeste,
en la tarde,
para que el sol nos chocara en los párpados
y las pestañas nos sirvieran de algo.
Paula Piedra - Costa Rica - 1976 - Poema inédito.
Niños de Wishbone
Cuando me sacaron y me levantaron en el aire
salió mi gemela muerta
asida a mi tobillo.
Tuvieron que desprender sus diminutos dedos
para que me soltara,
sus dedos que tenazmente trataron de retenerme
dentro.
Todavía siento
aquella mano codiciosa
jalando mi pie
por donde camino.
Jennifer Clement - EE.UU./México - 1960 - Poeta y narradora. Emigró a México en 1961. Publicó en poesía El próximo extraño (El Tucán de Virginia, 1993) y El marinero de Newton (El Tucán de Virginia, 1997).
Florencia
Galleria degli Ufizzi
Piazza della Signoria,
il Palazzo Vecchio del siglo XIV,
Santa Maria Novella, la Santa Croce,
il Campanile di Giotto,
il Duomo.
Parodiando a Whitman 1,
diré que pasé por tal extraordinaria ciudad
e imprimí en mi cerebro,
para uso futuro,
todas sus magníficas bellezas nominadas
en mandolinas palabras italianas.
Pero ahora, casi he olvidado todo
-para evocarlo he debido recurrir al catálogo turístico
que por diez mil liras compré-
y el recuerdo más intenso es una rata,
una ratota gigantesca y peluda que nadaba contra
corriente
el Río Arno,
atravesando la ciudad bajo el Ponte Vecchio,
mientras todo el pueblo, volcado en las balaustradas,
la miraba fascinado
1 Walt Whitman en "Una vez pasé por una ciudad populosa".
Mauricio Ordóñez - Costa Rica - 1961 - Texto inédito, transcrito íntegramente de la revista Kasandra (n∞ 12, 1997).
Ringside
Fue la mejor pelea de Alí
o de Cassius Clay, como él lo llamaba,
negándose a aceptar
su recién adquirido nombre musulmán.
Ese negro levantaba los guantes
y convertía el cuadrilátero
en una pista de baile.
Años después comprendí
que ese fue mi encuentro inicial con la poesía.
Entre el quinto y sexto round
papá bajó su guardia por primera y última vez,
sin dejar de ver la tv dijo:
no me iba a casar con su máma
aunque usted ya había nacido,
estaba enamorado de otra.
En el álbum familiar
tengo un viejo fotoposter de Alí
justo cuando noqueaba a Foreman en Zaire.
Es mi foto preferida de mamá.
Luis Chaves - Costa Rica - 1969 - Texto inédito. El autor ha publicado en poesía El anónimo (Ed. Guayacán, 1996) y Los animales que imaginamos (CONACULTA, México, 1998).
A pesar de mi risa
pueden asegurarlo
les traigo las palabras
A pesar de mis odios
cargo con los relojes
y señalo el día
y la noche
que se suceden
Por eso me proclamo
a pesar del asombro
coloco el estandarte
a pesar de lo inútil
y me subo a la mesa
a aplaudir
como ustedes
Camila Schumacher - Argentina - 1977 - Emigró a Costa Rica antes de terminar la escuela primaria. En 1997 publica su primer poemario Pretérito Interior (Ed. Guayacán).
Los amados por los dioses mueren jóvenes
Los amados por los dioses mueren jóvenes,
y los odiados viven hasta el matrimonio.
Estos se hacen viejos por la inercia
de un deseo insatisfecho, se añublan
y encanecen.
Aquellos reinan siete días y siete
noches
de entero placer, a cambio de que
uncidos
al carro de Zeus, los paseen por la
Vía Láctea.
Walter Cassara - Argentina - 1971 - Este poema pertenece al libro Juegos Apolíneos (Ed. Siesta, 1998). El autor tiene además cuatro libros inéditos.
La petite fille litteraire
Apareció el sol
y el miedo de cegarme también
presencia descarnada
la que mira no soy yo
sino la que de noche tajea el cielo
y al amanecer anda perdida
emparchando fisuras
la que se quiebra
de tanto deseo de lo que no existe.
Ana Wajszczuk - Argentina - 1975 - Este poema pertenece a su libro Trópico Trip (Ediciones del Diego, 1999).
Macumba
Mientras duermes
tu belleza sale a dar una vuelta
y ya no vuelve.
Deslizador
Por las tardes las niñas,
suben a la explanada,
se arrojan desde lo alto del
deslizador y caen sus nalgas
sobre la arena húmeda,
corren hacia la explanada,
se arrojan desde lo alto del
deslizador y caen sus nalgas
sobre la arena húmeda,
corren hacia la explanada
se arrojan desde lo alto.
Washington Cucurto - Argentina/Rep. Dominicana - 1973 - Estos poemas aparecen en La máquina de hacer paraguayitos, que editará próximamente la Ed. Siesta. Otros libros: Cosa de Negros, 20 pungas contra un pasajero y Zelarayán (Ed. del Diego, 1998).
Después de leer tantas páginas que el tiempo escribe con mi mano,
quedo triste, Tarumba, de no haber dicho más,
quedo triste de ser tan pequeño
y quedo triste y colérico de no estar solo.
Me quejo de estar todo el día en manos de las gentes,
me duele que se me echen encima y me aplasten
y no me dejen siquiera saber dónde tengo los brazos,
o mirar si mis piernas están completas.
"Abandona a tu padre y a tu madre"
y a tu mujer y a tu hijo y a tu hermano
y métete en el costal de tus huesos
y échate a rodar, si quieres ser poeta.
Que no esclavicen ni tu ombligo ni tu sangre,
ni el bien ni el mal,
ni el amor consuetudinario.
Tienes que ser actor de todas las cosas.
Tienes que romperte la cabeza diariamente
sobre la piedra, para que brote el agua.
Después quedarás tirado a un lado
como un saco vacío
(guante de cuero que la mano de la poesía usó),
pero también quedarías tirado por nada.
Yo me quejo, Tarumba, de estar sirviendo a la poesía y al diablo.
Y a veces soy como mi hijo, que se orina en la cama,
y no puede moverse, y llora.
Jaime Sabines - México - 1926-1999 - Escribió entre muchos otros Tarumba (1956) y Algo sobre la muerte del Mayor Sabines (1973). Este poema pertenece a La Sangre Iluminada -Antología de Seis Poetas Latinoamericanos- (Ed. Baula, 1998 selección y prólogo de O. Sauma). In memoriam.
Una mujer negra
llevando un ramo de clavelones
envueltos
en un viejo periódico:
los lleva rectos,
con la cabeza descubierta,
el volumen
de sus muslos
haciéndola balancearse
conforme avanza
mirando
la vitrina de una tienda
que queda en su camino.
Qué es ella
sino una embajadora
de otro mundo
un mundo de lindos clavelones
de dos tonos
que ella anuncia
sin saber lo que hace
más
que caminar por las calles
sosteniendo las flores rectas
como una antorcha
tan temprano en la mañana.
William Carlos Williams - Estados Unidos - 1883-1963 - De la antología Cuadros de Brueghel y otros poemas (New Directions Book, 1962). Versión libre de Luis Chaves.
En memoria al hijo de su alteza
Hoy murió el hijo
del presidente
John F. Kennedy.
La noticia
recorrió el mundo
en el instante preciso
que decidí
ir al baño.
Un miembro de la realeza
estadounidense
ha muerto.
Y mi perra negra
se ha cagado hoy
en medio de mi sala
recién limpiada.
Dos tragedias
en un solo día.
øNo será esto
demasiado
para el mundo
al final
del siglo veinte?
Abelardo Baldizón - Alemania/Nicaragua - 1980 - Nacido en Berlín de nacionalidad nicarag¸ense. Texto publicado en la revista 400 Elefantes. El autor no tiene libros publicados.
1985. DIEZ A—OS DESPUES
El corazón que está en mis manos
dice: lentitud de vida que corre por la sangre,
los restos de esta tarde se irán conmigo,
mi mañana la guardarás entre tus ojos
como dos lágrimas puras de invierno,
las venas se enfriarán como vigas de cemento
opacas de naturaleza.
Y recogerás ese corazón que una vez dijo:
hija, madre, niño, taxi, avión, caballo
rosas negras y blancas en un jardín
que nunca recordarás.
Y como días en tu bolso lleno de alfileres
se guardarán la risa, las manos, tu silencio.
Y aquella barba que afeitabas muy bien los días de
mis cumpleaños.
Marta Leonor González - Nicaragua - 1972 - De su libro Huérfana embravecida (Ed. de bolsillo 400 Elefantes, 1999). Marta es coeditora junto al poeta Juan Sobalvarro de la revista literaria nicarag¸ense 400 Elefantes.
TANTO ABRIL EN OCTUBRE (fragmentos)
3
Después de la mitoxantrona
orinas azul.
Cerca agoniza un muchacho
a quien han serrado la pierna en la cadera:
cercenada pesaba treinta y cinco kilos,
más peso que el resto de su cuerpo ahora.
Un mesmerizador lo hipnotiza
para que no quiera morir
aunque se muere.
Tú orinas azul
contiguo a esa agonía.
5
El café con leche cuesta ochenta pesetas.
El zumo de naranja natural, doscientas.
Un litro y medio de agua
mineral cuesta ciento veinticinco.
El tratamiento -que paga
la Seguridad Social- de seis a ocho millones.
7
De pie detrás de ti
te rodeo la cintura con los brazos
mientras te inclinas para lavarte la cara
(esta mañana te desvaneciste
y volviste luego con un minuto de terror
sobre la lengua).
Te sostengo para que no caigas,
mi carne junto a tu carne.
Mientras estamos así
pienso en todas las veces que estuvimos así
pero mi carne dentro de tu carne
pero tu carne envolviendo mi carne.
Y de repente eres tú quien me estás sosteniendo
para que yo no caiga.
Jorge Riechmann - España - 1962 - Entre otros ha publicado Cuaderno de Berlín (Madrid, Hiperión, 1989) y Baila con un extranjero (Madrid, Hiperión, 1994). Este texto forma parte la antología La prueba del nueve (Cátedra, 1994; selección de A. Ortega).
Luz y oscuridad
Llego, entro, prendo la luz de la cocina
y sorprendo a las hormigas coloradas
puliendo los platos y cargando
todos los restos de comida.
No me molestan, pero mentalmente
las advierto sobre las superpoblación:
hasta ahora el ecosistema se mantiene.
Sin embargo, si consigo trabajo,
comeré más, vendrán amigos y mujeres,
habrá más restos, ustedes crecerán
y tendré que echar insecticida.
Solo esta pobreza puede mantenernos
delicadamente unidos.
Daniel Durand - Argentina - 1964 - Poema inédito. Publicó El Krech en 1998, bajo el sello Ediciones del Diego. Ha publicado poemas en numerosas revistas e integró el consejo de redacción de la mítica 18 Whiskies (Argentina).
I.
Cruzan los pelícanos
el cielo rosado de la noche,
en formación.
El gallo en su poste
se entretiene en contemplarlos
y los cuenta,
como si supiera contar
Son los pelícanos volando al Norte,
dice,
y se corrige,
son los pequeños pelícanos.
Acaban de pasar
y otra vez la noche es infinita.
VIII.
Y debería de haber
un sitio
bajo las glicinas,
por ejemplo,
donde todo fuera fluir
y derramarse.
Patricia Suárez - Argentina - 1969 - Poemas inéditos. Ha publicado en novela, entre otros, La historia de Gallagher (1997) y Aparte del principio de la realidad (UNR Editora, 1998). Su libro Fluido Manchester aparecerá próximamente bajo el sello editorial Siesta (Buenos Aires).
muda
en la
pantalla rechinante
del karaoke
pareciera
descifrarse el
mensaje
de tanto
labio sin
voz
Meritxell Serrano - Costa Rica - 1969 - Texto inédito. En 1997 publicó el poemario Perfiles de tinta (Ed. Mujeres).
Están estas memorias
Están estas memorias
de gata enferma,
las persianas sucias
y manchitas de sangre
en el espejo del baño.
La mujer hincada
frente a una enorme ventana
que da a la calle de abajo,
la tele prendida
y luces intermitentes
que traen y se llevan una sombra.
Está la poetita desnuda
con todos sus defectos cotidianos,
alquilando su muerte
a un posible fantasma
que la aguarda.
Está la orilla de la sombra
en su punto intransigente
y dibujado en la puerta
un péndulo incontenible
de rebelión que no se pudo.
Si no fuera porque te conozco
habría un filo de navaja en el suelo
o una cuerda colgando del horror.
Alejandra Castro - Costa Rica - 1974 - Este poema pertenece al libro Tatuaje giratorio (Ed. Costa Rica, 1999), poemario con el que ganó el Premio Joven Creación 1997 del mismo sello editorial. Publicó también Desafío a la quietud (Ed. El Quijote, 1992) y Loquita (EUCR, 1998).
Año nuevo
En el corazón de Rusia
sobre la nieve pisoteada
Anna Ajmátova no escribe
cuenta
los álamos derribados por la barbarie.
Yo
escribo en términos abstractos
la pérdida de las navidades
la vacuidad del humo.
También en el dolor los extremos se tocan.
María Elena Hernández Caballero - Cuba - 1967 - Este poema pertenece al libro Elogio de la sal (Ed. Cuarto Propio, 1996). Publicó además Donde se dice que el mundo es una esfera que Dios hace bailar sobre un ping¸ino ebrio (Premio David de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, 1987).
el lobo
cruza el puente en la ciudad dormida
lo vigilan faroles
tímidamente bosteza.
las huellas del lobo son rojas
hierven
alguna presa devoró en el camino
y se estira cansado
sabe que va a morir
algún rifle lo cruzará
por eso camina lento
y deja huellas
Martín Rodríguez - Argentina - 1978 - Texto del libro Agua negra (Ed. Siesta, 1998).
No encuentro mi lugar en estas horas.
Oigo tu voz y se despiertan las hondas
campanadas.
Un niño de siete años replegado en sí
mismo,
en el centro de un templo solitario.
Salgo a ver la ciudad. El ruido de los autos,
el concreto, avisos luminosos. Todo
anuncia
lo lejos que me encuentro.
Carlos Bonilla Avendaño - Costa Rica - 1954 - Del libro Alguien grita mi nombre y yo me escondo (Edición de autor, 1996).
Una Varsovia de la mente
I
Como en Coney Island
nunca estuve y nunca estaré
la lejanía
Cuando imagino su nombre sólo veo el pavimento
la dureza del gris donde arrastraron sus pisadas mis abuelos
No sé una palabra del idioma
de zetas y eses
El lenguaje que la lengua no pronuncia
que pronuncia la lejanía
dice : Warsaw
II
El mapa partido, el territorio es lejanía
para siempre se aparta
de dueños eventuales
Para siempre en su pasado que se me cierra
para siempre Warsaw como el marco de la puerta
después del temblor
o es el temblor mismo
y tristísimo
III
El nacimiento se me partió en la lejanía de un territorio
Luego
un despliegue
de sus tácticas & estrategias
para sobrevivir
Luego
vinieron Siberia & las cáscaras de papa para el
hambre
& El Líbano & Irán
& Egipto & Palestina & Londres
último
el mapa partido & este país
IV
De Warsaw en mi rostro no queda rastro alguno
ni el nombre permanece
ni la lejanía siquiera
y sólo veo quedarse un semblante como un muro
un recuerdo que lo jaspea
los ojos aguados
de todo un lado de mi familia.
Ana Wajszczuk - Argentina - 1975 - Texto inédito. Publicó Trópico trip (Ediciones del Diego, 1999).
Brisa marina
°Ay! Que la carne es triste y todo lo he leído.
°Huir! °Muy lejos! °Siento la embriaguez de las aves
errando entre la espuma ignorada y los cielos!
Nada, ni los jardines que lucen en los ojos
sujetará este pecho en el mar sumergido,
°oh, noches!, ni la lumbre desierta de mi lámpara
sobre el papel vacío que custodia su albura,
ni la joven esposa que a su niño amamanta.
°He de partir! Steamer, mecida arboladura,
°leva el ancla con rumbo hacia exótica tierra!
°Un Hastío, apenado por crueles esperanzas,
aún cree en el supremo adiós de los pañuelos!
y quizá si los mástiles, invitando tormentas,
son de aquellos que el viento doblega en los naufragios
sin más mástiles perdidos ni fértiles islotes...
°Mas oye, oh corazón, canción de marineros!
Stéphane Mallarmé - Francia - 1842-1898 - Traducción Ricardo Silva-Santisteban.
Y sobreviene la noche
Cada hombre está solo en el corazón de la tierra
traspasado por un rayo de sol:
y sobreviene la noche.
Salvatore Quasimodo - Italia - 1901-1968 - Del libro del mismo nombre. Traducción de Armando Saccal.
Muchos aman mucho
y sin embargo
nunca llega el príncipe azul
øtodos llevan
clavado al pecho
un camino inconcluso?
a mí me roen la espalda
me harán un agujero
como a los chanchitos
alcancía
y saldrá el lobo
øse llevará con él lo que soy?
juguemos en el bosque,
lo mataré
yo que no mato ni una mosca
øla bella durmiente da su vida?
ølos chanchitos dan su vida?
con moñito
yo sin moñito por favor
no haga la cola
ni saque número
no masque chicle sin sabor
de øsu vida?
la bella durmiente
se está recuperando
del martillazo
yo todavía no
recibí martillazo
yo te amo
et moa
et mao
et amo
te moa
je ne parle pas
but
yo sé
yo fui bella
durmiente
y tres chanchitos
y uno solo
y en la espalda llevo
caminos inconclusos
y en el pecho
que me roen:
adentro
está el lobo,
el lobo y yo
él tiene colmillos grandes
y yo chiquitos
pero vos yo sé que vos
tenés un martillo
y un beso
como el príncipe azul del cuento øNo?
øconocés el cuento?
El lobo se comió todo
y vino el cazador
y le abrió la panza
y me encontró a mí
a mí ahí
lo mío de adentro
y lo mío de afuera
y él se metió dentro del lobo
y se quedó ahí
yo le decía: et moa
y él me decía: et oma
cosimos al lobo
con el cazador adentro
y yo lloré entera
besé al lobo
como lo hacen los príncipes azules
y se transformó en sapo
etmoa etmoa
ahora soy la princesa azul
y adentro tengo un lobo
una bella un chanchito
Lucía Gagliardini - Argentina - 1976 - Fragmento de la sección "La bella y el chanchito" del libro El camino de los elefantes (NUSUD, 1997).
Una mañana montevideana
Amanece en el puerto de Montevideo.
El Río de la Plata,
que en su ancho parece mar,
oxida las rocas del muelle.
Las luces de los barcos
anclados allá se reflejan sobre el agua tersa
y se hacen, cada una, dos.
Fascinado como el joven Burroughs
ante un espectáculo semejante,
empecé a temer, como él,
que si no me iba de inmediato
tendría que quedarme allí para siempre.
Martín Prieto - Argentina - 1961 - Dirige el suplemento cultural del periódico El ciudadano (Rosario) y es miembro del consejo de redacción del Diario de Poesía (Argentina). Entre otros, publicó Verde y blanco (Ed. Libros de Tierra Firme, 1988) y La fragancia de una planta de maíz (Ed. Libros de Tierra Firme, 1999). Este texto pertenece al primero.
Trzebieszow, 1830
Los dos hermanos miran por las rendijas del vagón
las estrellas heladas en la tierra más helada
Lucjusz y Tadeusz Piotrowski, ocultos en el convoy
muertos de miedo y de frío
cuentan las horas que faltan
en el tramo final de Siberia hacia Trzebieszow
donde nadie los espera
donde aún no saben que llegarán
no saben tampoco que no volverán a llamarse Piotrowski
ni que jamás van a cumplir
la promesa que se han hecho bajo los fardos :
viajar a tierras cálidas, y de paseo
una vez que acabe la guerra
cuando sean los rusos los que viajen en un convoy a Siberia
desde Trzebieszow
y ellos entonces festejarán, habrá vino y cerdo
y encontrarán dos muchachas sonrosadas
para abordar el transatlántico, de lujo
que los lleve hacia tierras tropicales cruzando aquel océano
Lucjusz y Tadeusz imaginan
todo el verdor que me rodea
mientras yo estoy imaginándolos
en el traqueteo del convoy destartalado
aquí en Mal País, Costa Rica
hace calor pero tengo frío
abandono la idea de buscar un abrigo
o de entrar a la casa
sentada en el umbral
descubro un cierto aire de familia
en la súbita ventisca
Ana Wajszczuk - Argentina - 1975 - Texto inédito. Publicó en 1999 Trópico Trip, bajo el sello Ediciones del Diego (refugio@ciudad.com.ar).
Eternoretornógrafo
El joven poeta murmuró cerrando el libro de Apollinaire:
"Este sí es un poeta..."
Y Apollinaire, el soldado polaco Wilhelm Apollinaris de
Kostrowitzky,
enterrado hasta la cintura en el fango de la trinchera cerca de
Lyon,
mirando la noche estrellada del 4 de agosto de 1914,
la tierra seca, florecida de estacas y alambre de púas,
sembrada de minas esa noche de 1914,
mirando las bengalas azules, rojas, verdes en el cielo envenenado
por los gases
apretó el húmedo librito de Rimbaud mientras sobre su cabeza
pasaban silbando los obuses.
Y Rimbaud, haciendo sus maletas en Charleville, echó junto a
su ropa los versos de Villon.
Y Villon, el doce veces condenado, el apócrifo, el inédito, pen-
só ante el patíbulo en las tres cosas que más había amado:
su mujer Christine, su leyenda, la de él, la de Villon,
y el borroso recuerdo de unos versos que hablaban de la noche
del 711 en que Taric se apoderó de Gibraltar.
Y el sombrío poeta árabe que escribió aquellos versos la
noche del 711 apoyándose en la cimitarra
imitaba los versos que su abuelo le leía en la lejana Argel;
y el abuelo de Argel había leído a Imru-ul-Qais, al que Mahoma
consideraba el primer gran poeta árabe; lo había leído una
interminable jornada en el desierto de Sahara más húmedo
ahora que entonces
en la lenta marcha de los camellos y las teas encendidas.
Y es probable que Imru-ul-Qais escribiera en la lengua de Alá
imitaciones de Horacio,
y Horacio admiraba a Virgilio,
y Virgilio aprendió en Homero,
y Homero, el ciego, repetía en hexámetros los extraños poemas
que se susurraban al oído los amantes en las estrechas calles
de Babilonia y Susa,
y en Babilonia y Susa
los poetas imitaban los versos de los hititas de Bog Haz Keui y
de la capital egipcia de Tell El Amarna,
y los poetas del 4000 a.n.e.
imitaban a los poetas del 5000 a.n.e.
hasta que el hombre de Pekín, en la húmeda caverna de Chou-
Tien
viendo arder lentamente sobre las brasas el anca de un venado,
gruñó los versos que le dictaba desde el futuro
un joven poeta que murmuraba cerrando un libro
de Apollinaire.
Luis Rogelio Nogueras - Cuba - 1945-1985 - De su libro Imitación de la vida (1981). Escribió guiones para largometrajes de ficción y algunas de las narraciones policiales más sobresalientes de la literatura cubana. Entre sus libros están Cabeza de zanahoria (1967) y El último caso del inspector (1983).
conservamos el pelo atado
con una perla del pacífico sur.
nos atamos las manos y los cables del telégrafo
enredan el pelo con la perla del pacífico sur.
decir cables
decir telégrafo
es un engaño del más mejor
del más mejor que hayas visto alguna vez.
decir cables, decir perla del pacífico - incluso
enredar el pelo entre tus manos.
Ximena Espeche - Uruguay - 1974 - Texto inédito. Ximena es una de las editoras de la "Página Literaria ex-quincenal mensual No Quiero Ser Tu Beto" (Argentina).
Entre ropas ajustadas se buscaba el alma
Hoy me fui a la playa,
me tumbé en la arena,
aceité mi cuerpo y
luego vi cómo te veías
vos en pantaloneta.
Ejercicios todos mentales.
Paula Piedra - Costa Rica - 1976 - Texto inédito.
Pasión de las chicharras
Cuando dijeron
A la vieja
hay que internarla ya
el canto de las chicharras
en el inmenso verano
se volvió siniestro.
El calor nos envolvía.
Teníamos peto, casco, guantes,
de malla de acero
el calor nos las proveía.
Las chicharras cantaban
porque era de día,
estaban locas;
de noche,
eran las ranas
las que estaban locas.
(Acusaron a las hormigas,
también,
de andar enloquecidas,
pero contra las hormigas
urdieron el gamexane
y el fluido manchester,
por supuesto).
Las flores se desprendían
de la santa rita
vibraban en el aire
y caían en alguna parte
muchas veces
fuera de nuestra vista.
Los tres pistilos
acobijados en la corola
estaban retorcidos
sobre sí mismos:
-torturándose
por sus pensamientos
secretos-.
Un gato blanco
pero no era sólo blanco
sino gris también
un gato
blanco y gris
cruzó el jardín a las seis
de la mañana.
Buscaba un pájaro que piaba
encima del níspero
y el ovejero
no se movió
para atraparlo.
Está demasiado viejo,
sentenció Isabel,
a veces los persigue
y a veces no,
pobre perro,
es así desde que se puso viejo.
El reporte meteorológico
pronosticaba para hoy
máxima 34 grados.
Desde el azul francia
del cielo impertérrito,
el calor nos miraba
con sus achinados ojos de tirano
el calor pavonea delante nuestro
las plumas de su cola
y chilla
el calor chilla
y usa la voz de la chicharras.
Marcharon rápidamente
a internar
a la vieja
el motor del Renault
rompió
la bacanal de chicharras
apenas un instante,
y después ellas continuaron
cantando
impasibles,
hay una cosa cierta,
y es que a las chicharras
no les importa nada.
Patricia Suárez - Argentina - 1969 - En novela ha publicado Aparte del principio de la realidad (Editorial Municipal de Rosario, 1998) y Rata Paseandera (1998). Próximamente la Editorial Siesta publicará su poemario Fluido Manchester.
Para que rasgue
finísimos ligamentos
de creciente luz
en mis escamas.
Y huya súbitamente,
incrustada
en un hilo de hojalata
cual ojo alargado
en las profundidades
de la roca
prescindo
del frágil caparazón
que me acompaña,
y me hincho fluida
en la desolada grieta
donde escondo
el estridente brillo
manchado de humedad
al andar
sobre las aguas.
Me reconozco
latente,
cálida estancia
cuajada
de sombras despojadas.
°Cuánta brisa estremecida,
recorre el purpúreo
cristal de mi pantano!
Laura Fuentes - Costa Rica - 1978 - Texto inédito.
Mamaria
Mamá amasa la masa
en la mesa masiva, mesiánica y mística
donde mes a mes, día a día,
minuto a minuto, acuden las masas
a masturbar su conjuro abismal:
más... más...
amásame más, mamá, que no alcanza
para la misa del martes,
las misiones en Malasia
y el nuevo crío que amamantas.
Y amasa mamá muscular,
maternal, amorosa: mamaria.
Luego corre a la cocina a terminar el desayuno,
sin querer pincha un huevo frito
y las masas murmuran consternadas.
En tanto María pequeña en la cama
al margen de la situación,
juega malabar con su osito:
más... más...
amásame más, osito, que no me alcanza
para otro orgasmo masivo como el de antes.
Así lo recuerdo.
María creció, siempre al margen,
enamorada de su osito marginal,
de su beso sadomasoquista
y -mártir my ass-
nunca aprendió a hacer masa.
Ahora el pan se fabrica en máquinas inmensas
K-20 con banda transportadora, PLC,
control automático de las partes por minuto,
agua, sal, azúcar y propionato de calcio,
calidad ISO 9000, normas DIN y ASTM.
El pan se expende a millones,
milagro de mercadotecnia,
desde los minimarkets hasta los megamarkets
y las masas acuden masivas a buscarlo
por interminables pasillos multicolores.
Ayer
amanecimos muertos de hambre
porque queríamos olvidarnos de volver al supermercado.
Pero vino pronto una ambulancia mercenaria
para llevarnos a resucitar con sueros macromoleculares,
nos amarraron a un pulmón artificial
y nos abrieron los ojos con fórceps.
Luego vino un doctor
a decirnos que ya está bueno de tanta droga,
que contemos las calorías y las vitaminas
y nos mandó para la casa
a dormir al arrullo de los tranquilizantes.
A soñar en posición fetal nuestro conjuro milenario
como el mantra de las ballenas:
Más... más... amásame más,
amamántame más, mamá,
que ya no me alcanza...
Y mamá murmura
maloliente y malhumorada en su mustio mausoleo:
Váyanse a la mierda, malditos...
mamíferos miserables.
Automática I
Telescopía
A las dos treinta y cinco, hora de Greenwich, retorno a mis cabales y me entero de que hace un minuto he escrito una estupidez del tamaño de Siberia. Ruedo fuera de la cama y corro en pelotas hasta el estudio, donde otra conciencia automática pregunta quedamente si me estará mirando la esposa del vecino a través de su ventana, la calle y mi ventana, mientras la computadora anuncia "pirurrín: ya halaste la cadena del senricif y un remolino de treinta mil bits por segundo ha convertido a tu personaje en efluvio ciberespacial. No hay marcha atrás, pero si te consuela, todavía recuerdo la dirección de una chica que se desviste tras los números de tu tarjeta.
La luz de la lámpara no me deja ver bien el cielo, pero siento que me alumbran varias estrellas. dos, tres, cuatro fotones. øSeré yo también el polvo estelar indeseado de algún poeta gigante, que me mira resignado escorar desnudo entre Júpiter y el Sol? "Vista de cabrón" comento sin querer, casi río. Al tiempo la noche se aburre de mis cabeceos, ya vuelvo a mi estado natural y trato de seguir con el sueño en que estaba.
Mauricio Ventanas - Costa Rica - 1967 - Tiene un libro de cuentos publicado: Las muertes normales (Ed. del Circulo de Poetas Costarricenses, 1997).
Esta noche escribimos para restablecer
la comunicación con otros
que tratan de establecer
la comunicación con otros
que tratan
hemos tratado todo
hemos tenido temor de que suceda algo
hemos aplazado todas las partidas
y henos aquí a todos en el puente
aterrorizados por las algas que ya no vemos
moverse siquiera
de tan profundo
todo esto tiene con seguridad sentido
pero hay que decir que nos hace falta
paso firme
que no nos falta nada
HélËne Monette - Quebec/Canadá - 1960 - Entre otros ha publicado las novelas Le goudron et les plumes (1993) y Unless (1995). En poesía publicó Lettres insolites y Le diable est aux vaches bajo el sello Ecrits de Forges. Este texto pertenece al poemario øArde Montreal? (Ediciones del Ermitaño/Ecrits de Forges, 1998; trad. Lorenza Fernández del Valle).
Visita
Hoy vino mi madre a visitarme
y caminamos las dos por estas calles.
Hablamos de mi hermano,
de los hijos, de las chicas del Sur,
de mi cuñado. Otra vez yo critiqué
al gobierno y ella dijo otra vez
"°Es un país tan grande!". No quiere
que me queje: "°Este país generoso
recibió a tu padre!" y rodamos las dos
hacia una zona de tristeza, en silencio,
hasta que se detiene y dice: "Ayer
hice dulce de duraznos" y yo digo
que hablaron de mi libro
en el diario.
María Teresa Andruetto - Argentina - 1954 - Publicó entre otros: la novela Stefano (Ed. Sudamericana, 1997) y el libro de cuentos El anillo encantado (Ed. Sudamericana, 1992). En poesía: Palabras al rescoldo (Ed. Argos, 1993) y Pavese y otros poemas (Ed. Argos, 1997).
Entre una muerte y otra
nadie ha tomado mis cosas
-me refiero a cosas como palabras
a palabras como seres
de arena y hambre-
han quedado ahí
no esperan a nadie
son mejores que yo.
------
yo estaba
en una pensión en Tablada al
40
yo dormía
yo me levanté a las 4 de la mañana
y encendí la radio
yo escuché: comunicado número tanto
y una música maravillosa
me quedé quieto
atento al orden de los comunicados
a esa voz de la patria
a las 6 se fueron levantando los
compañeros
yo me asomé al balcón
un colimba me miró desde la
esquina
se veían tanques en el puente
yo miré para el otro lado
al Mercado, a los camiones
yo no tuve miedo
yo no hice nada
ni entonces, ni después
--
yo tenía un suegro militar
yo tenía 21 años
yo tenía un bolso y un cepillo
yo tenía todo el fracaso que llegó
yo tenía que ir hacia la nada
y allí fui
Alejandro Schmidt - Argentina - 1955 - Entre otros ha publicado los poemarios En un puño oscuro (Ed. Radamanto, 1998) y Como una palabra que pudiste decir (Ed. Radamanto, 1998). Estos textos pertenecen a Silencio al fondo (Ed. Salido / Ed. Radamanto, 2000) y a la plaquette 24 de marzo 1976 (Ed. Radamanto, 1999)
Palabras agitadas
Tu piel transpira
y en tu boca se detiene un soplo frío
El tubo resbala
de tu mano y en un instante
de tu cabellera brota un espiral de viento ascendente
Bajo el tierno pliegue de tu vejiga
tus dedos presionan un nuevo ardor
El tubo pega contra el suelo sordo
y en instante
la espiral desciende en silencio sobre la frente fría
dirige la mirada
Un dedo avanza a tientas sobre la oreja
Otro apacigua los labios
letra por letra
la boca pronuncia
la clave del perdón
Marcela Goglio - Argentina - 1967 - Vive alternadamente en Costa Rica y EEUU. Poema inédito.
Itinerario
Iba hacia España
y llegué a Cuba.
Iba hacia Jorge
y llegué a Juan.
Iba hacia las letras
y llegué al embarazo.
Iba a dormir
pero aquí estoy.
Reconozco que entre mis virtudes
nunca destacó la puntería.
María Montero - Francia/Costa Rica - 1970 - La autora nació en Burdeos pero es de nacionalidad costarricense. Su trabajo ha sido incluido en la antología Martes de Poesía en el Cuartel de la Boca del Monte (Ed. Lunes, 1998). Publicó también El juego conquistado (Ed. Costa Rica, 1985) y La mano suicida (Ed. Perro Azul/ICI, 2000).
Las hijas de la luna
a las lunátikas, compañeras de un mismo viaje
Las hijas de la Luna
viajamos de piel en piel
de pez en pez
de magia
en consumado hechizo
En las alcobas de la luna
sueñan las chavas punks
duermen las vírgenes
y navegan las sirenas
acompañando los navíos
de las noches ebrias
Desde las azoteas
las concubinas huelen los versos de sus amantes
convertidas en musas terrenales durante el ángelus
Las hijas de la luna somos mujeres cálidas
terrestres
leopardas
vagando por Wirikuta
Luna llena
que bañas de plata los jaguares
Ojo de mar de mar de luna
de rayos de solsticio y sal
°Celebración de la lengua!
en la piel del astro
la fiesta india
es el papel amate de mi cielo
Leticia Luna - México - 1965 - Texto perteneciente al libro Hora lunar (Ed. La Cuadrilla de la Langosta, 1999). La autora forma parte del consejo editorial de la revista Lunátika y es profesora del Instituto Nacional de Bellas Artes.
Casa de familia
Soy el niño de llave.
Soy el único que en la casa entra
y sale.
Me hundo en el agua de pozo
floto nuevamente /una y otra vez/
Con las raíces en el pecho
que brotan como emociones
en la casa.
La casa tiene dos jardines
Uno con rosas, uno con celestes.
Servimos el té a través del solarium
Mamá esputa bizcochos
hasta el atragantamiento
Hermana dulcifica sombreros
Papá revienta el parqué desde lejos.
øVamos a un baile, mamá?
øVamos a las duchas con lienzos azules?
Dónde las mayólicas se comen a los niños
Dónde permanecemos rojos en tajos como malvones
Dónde los buzones no se compran y
se apilan entre trastos grises los conejitos.
Iremos a ser clavel en noviembre
/o humedad del subsuelo/
si la tormenta nos deja.
øy qué comeremos hoy sino
este riquísimo puchero de amor?
Vamos a inundarnos con fruición
Vamos a ser dueños del jardín
Vamos a ser viento en el pasillo.
/la casa es la ostra que indigesta/.
Silvina Vázquez - Argentina - 1975 - Poema inédito.
superman anda de capa caída,
duerme en
la terraza de casa, yo
subo a taparlo, le leo
algo y se queda frito
parece un bebé
en la noche lactal
se vuelve de un peso pluma
labios manos párpados peso pluma
yo no sé cómo el viento no se
lo lleva, como a una hoja...
dónde pasaste los años de plomo?
él me dice:
sshh... que ése es un secreto
de la Orga, que le cambiaron papeles, etc.
le subo la vianda pero no se
sabe ni pelar una naranja
le clava la tramontina y
le queda la barba chorreada
°éste superman! usa la capa para secarse
me mira y ríe. se ríe mucho conmigo:
me muestra un diente de plata, así. después se
baña en el tanque de agua. cuando le llevo
el diario, a veces reconoce algún viejo amigo y dice °éste
hijo de puta ni tirar sabía y mirá
dónde llegó, dios mío!
no les quiere ir a pedir trabajo:
está solo y viejo y enfermo y se
me está muriendo en el techo: es urgente!
Martín Rodríguez - Argentina - 1978 - Texto inédito. Publicó Aguas negras (Editorial Siesta, 1999).
Me gusta que las palomas bajen a tu patio
Me gusta que las palomas lleguen a tu casa
que mansas transiten por tu patio
picando un poco y andando
mezcladas como gente:
te ven y se apartan.
Ellas en cambio tienen paz,
que no buscan robarte
y vos sabés que no soy zoófilo
pero estas aves son tan simples
dejan vivir me dan serenidad,
sin pacto previo, como la naturaleza
y creo que hay en esto algo de perdón
y vos estás en medio y sos parte del perdón.
Por eso me gusta que las palomas bajen a tu patio.
Juan Sobalvarro - Nicaragua - 1966 - Co-fundador de la revista literaria 400 Elefantes. Este texto pertenece a su primer libro publicado, Unánime (Nuevo Signo Fondo Editorial INC, 1999).
Barrio El Pacífico
Era el lagarto que da miedo tocar
pero estaba allí con vida propia
moviendo su cola.
Lo demás era la callejuela oscura
una o dos muchachas
que soñaban en el paisaje de un mar
silbando caracolas.
Lo demás
una pulpería de viejo
un sol dorado para pedir deseos
un amigo que nació a los 30.
Y en marzo
vírgenes que se tambaleaban en las procesiones
un árbol
para mirar ropas blancas tendidas
el llanto de un tren
que ignora la estación de su destino.
Mauricio Molina - Costa Rica - 1967 - De su libro El abominable libro de la nieve (CONACULTA, México, 1999).
LE CHAT
Ella observa subida en el microondas
El gato de Baudelaire es Gala
øo el de Cervantes?
No te enamores del espejo
La muerte lo habita
El presente progresivo es un hecho
DE NOCHE CUANDO APARECE EL FANTASMA
De noche cuando aparece el fantasma de las fotos
Máscaras atrapadas al fondo del espejo
Relojería de cristal
Cuenca descarnada de rostro que mira
Borde dentado sin pies ni manos
De noche cuando aparece el fantasma de las fotos
Galería de palabras que arañan con ojo mezquino
Rastro de familia
Memoria amasada con adulterio
Pétalos insanos que se arrastran al árbol de la mente
De noche cuando aparece el fantasma de las fotos
Cuchillo elevado
para quitar la corteza que cubre lo que se encubre
Antes de dormir a la sombra
Humo que sube de las calderas
De noche cuando la obsesión
la histeria la cuasiparanoia y la neurosis
Afortunadas sois a un extremo de la línea
Palabras como creaturas
Perversas formas diseñadas con la música del eco
Tarafada de pensamiento deforme
Apuro de la marcha inversa del conocimiento
De noche
la oscuridad se desliza por el pasamanos
Luz que revolotea a través de un pasadizo
Luciérnagas falsas
Afuera el paisaje
Sangre que destilan los pinos antes de clarear
Este es el humilde decorado del animal arisco
Forma de una forma: espejismo de sentido
De noche cuando aparece el fantasma
Jesús Sepúlveda - Chile - 1967 - Publicó Lugar de origen (Ed. de la Hecatombe, 1987), Reinos del príncipe caído (Ed. Documentas, 1991) y Hotel Marconi (Ed. Cuarto propio, 1998), el primer texto es inédito, el segundo pertenece a su último libro Correo negro.
Alejandra
1
No temerás nunca a la naturaleza
(todas las bestias aprenderán a pronunciarte
con suavidad y cierta melancolía).
2
No cederás al caos
Ni sucumbirás al odio,
Al miedo de los hombres
O a las iniquidades del destino,
Eres azul y definitiva
Como el firmamento.
3
Y habrás de creer sobre todo
En los presagios,
En las palabras azarosas.
4
Nada, nada te será ajeno, donna:
El deseo y la libertad
Están atados a ti,
Alto follaje de intermitencias,
Insondable ola.
Alonso Rabi Do Carmo - Perú - 1964 - Publicó Concierto en el subterráneo (Ed. Libertad, 1992) y Quieto vaho sobre el espejo (Colmillo Blanco-Seglusa Editores, 1994). Este texto pertenece al primer libro.
Una gran ansiedad me consume, comienzo a escribir.
Mar seguro de caja estrecha, o, de otro modo, mar para niños.
Playa amplia, arena limpia, el agua lejos.
Sol oblicuo, helados, cola.
Para que esto funcione, se necesita cuidado en el manejo de la caja.
Si alguien agita, maremoto: cuántos muertos en la caja quieta. Cuantos cuerpos al fondo del mar.
Sólo hay mirar, para que la vida siga, en plano horizontal.
Si tienta el estornudo, mirar para otro lado: qué tragedia el huracán. °Fuera de la caja, estrellados!
No guardar comida en la caja, si se quiere respetar el natural devenir de las cosas.
No sentarse encima, no prenderle fuego.
Ay los inmolados por décima vez.
David Wapner - Argentina - 1958 - Poeta, narrador, músico y titiritero. En poesía ha publicado Tragacomedias (La Trompa de Falopo, 1993) y Violenta Parra (Ediciones del Diego, 1999). Este texto es inédito.
texto flaiter
dedicado como sentido homenaje a Malú Urriola, a kien no conozco y a Alfredo Gutiérrez, a ese sí lo konozco, hahahaha :P
alguien me dijo que la inspiración no existe
mientras sorbíamos una botella de vodka
en un taxi
y la mirada se me desviaba como la niebla en el mar
algo de frío
cuando derramé alcohol
y escupí en el suelo
en insana rebeldía
éramos tan libres
que nos avergonzaba reconocer nuestras cadenas
libres como el viento, libres para amar
ja ja
qué estupidez más grande
me encantaría poder decir que me pudría
el seguir estando vivo
y claro, en parte era cierto
como dice la malú que es amiga de alfredo,
en este país ya nadie lee,
y a mi aún me cansa seguir pillándole la cola al gato
se me olvidó
seguir sintiendo
pero eso ya no importa
la sangre volverá a fluir
en algún momento
y bien, es cierto,
la inspiración no existe
ni tampoco el helado manto del amor
y no existen los bellos futuros y sueños
ni su breve, negro aterciopelado horizonte
y menos el dolor de existir
sólo está el líquido pálido
la vida
derramándose salpicando
intentando tocarte sin lograrlo nunca
en irreductible asfixia
como esos acerados recuerdos que rasgan mi mente de cuando en cuando
puedes asumir que ello no existe
aunque quisieras lo contrario
y las lágrimas asomen sin que lo desees
y cada día se vuelva una sórdida tortura
mientras todos tus amigos viajan lejos
y las tardes se vuelven interminables
si no existe un océano de alcohol para mitigarlas
y todo, todo se torna tan incomprensible, inimaginable
que no hayas el momento
cuando las cosas estallen
y aplastes tu alma como minúscula figura
y entonces quizás
el muerto no seas tú
sino las cosas que ansiaste sentir y jamás llegaron
como tu aliento, como las emociones
como esta vida que se arrastra en la nada
Alvaro López - Chile - 1976 - Texto inédito
TAREAS DOMESTICAS
II
El sol de enero
corta sus alas sobre tu jardín,
entra por la ventana azul, se posa
en la madera tersa, rompe el lomo
de los libros en línea, A de Aleixandre
B de Borges, Zeta
de Zorrilla y de Zweig.
El sol de enero
atraviesa cajones con olor a lavanda,
las camisas de seda a la derecha,
arriba el negro, en la mitad el blanco,
atrás la lana, aquí el peltre, allí el vidrio
y abajo las miserias,
donde nadie las vea. El sol de enero
recorre el viejo orden, sigiloso,
de mayor a menor, de grande a chico,
por países, por género, por número,
por días y por meses y por años,
y va a morir al centro de tu pecho
entre tu corazón encordelado.
Piedad Bonnet - Colombia - 1951 - Entre otros, publicó en poesía Nadie en casa (1994) y El hilo de los días (1995). Este poema fue tomado de Postal de fin de siglo, poesía colombiana actual (KOLIBRO, 1995; selección A. Rodríguez Ballesteros).
øDónde está la maldita profundidad?
øDónde está el amor que te tengo?
caminan con paso de elefante
los caminos inconclusos
con los labios partidos
caminan
y en sus córneas secas
llevan
las historias
que les contó mi cráneo
øDónde está la maldita profundidad?
soy una alcancía chanchito
°sólo un martillazo!
øtan sólo un martillazo?
Y se derramará mi médula.
Lucía Gagliardini - Argentina - 1976 - Tomado de la sección "La bella y el chanchito" del libro El camino de los elefantes (NUSUD, 1997).
Metálogos
Observación I
La esperanza es una red saciada de peces.
Lo que está fuera de ella, es el mar del deseo y de los sueños.
Los peces son todo lo que pudimos ser.
Observación II
Ningún ser está fuera de la esperanza.
Ella sólo es un sueño bajo llaves.
Las llaves son lo primero que perdemos cuando tenemos esperanza.
Observación III
El yo es una puerta giratoria que se mueve cuando recordamos
O nos ilusionamos con algo o con alguien.
El resto del tiempo es una máquina trivial.
Observación V
Una cicatriz es un presagio; algo abierto; algo que jamás flotará.
Observación VI
Iluminarse es desaparecer para siempre.
Observación VII
Burgués, es todo aquél a quien se le cumplen los sueños y no los quiere compartir.
-°Es que los sueños son siempre son tan personales!
Observación VIII
Las tres dimensiones del tiempo son la espera, el olvido y la esperanza, así como las tres dimensiones del espacio, son el estar, el irse y el volver.
El aburrimiento es una categoría integradora del espacio y del tiempo.
Marcos López Oneto - Chile - 1964 - Integró el grupo de Experimentación Poética Lilith. Ha publicado Contrahabla (Ediciones del Realismo Simbólico, 1989), En estos ojos vacíos (Editorial Documentas, 1991) y Metálogos (Bellavistinos Editores Unidos, 1999).
MINIMAL
Traduje una vez
un libro
un signo
Un sueño nunca se recuerda
siempre se olvida
porque todavía se cree en los opuestos y los antónimos
Un sueño nunca se recuerda
siempre se olvida
porque aún se sueña en pretérito imperfecto
Copié aquella vez
más de una palabra
y más de una inventé
Traduje, pues, una vez
un texto
un signo
Repartí una vez
un mazo de cartas
Un azar dibujado
contado
øQué es lo que indefine al azar? El azar
un azar
øQuién distribuye los artículos y su racionalidad? El azar
un azar
Destiné una vez
una mirada
una mentira
un miasma abyecto
Sí, un miasma y sí, abyecto
Quien distingue miasma de pureza
distingue miasma puro de miasma prohibido
Distinguí una vez
lo igual de lo diferente de lo casi igual
°Qué pintoresco! Marcar las diferencias
Crear las marcas
crear las diferencias
Enfermé una vez
de percibir que
lo abrupto del cambio
eran 360 grados
trescientos sesenta
Romina Andrea Ciaffi - Argentina - 1982 - Poema inédito.
Aniversario (prosa del nerdo memorioso)
Ahora somos todo contra
lo que luchamos hace 20 años.
José Emilio Pacheco
Entre la foto de recuerdo de primera comunión, las cajas vacías, las cajas llenas, los pedacitos de lotería sin ganar y los discos gastados por la melancolía, te quedará alguna memoria que no te dé verg¸enza con la que podrás constatar que el tiempo no pasa en vano. Tal vez aquella vieja canción del 79 a la que Morita le puso algo así como música, algo así como eternidad.
(Mi mundo, todo lo que amo,
se muere esta noche, como arena,
como polvo de oro, que es lo mismo,
se escapa de mi mano poco a poco.)
Santana, Yes, Pink Floyd, Rubén Blades y las Estrellas de Fania y todo lo que pueda arrojársele a la cara
a la música disco.
Mías no serán las noches memorables en Barroco
ni los pasos perdidos en un baile de colegio.
Mías no serán las borracheras ni serán mías
las fogatas entre amigos bajo la luna efímera.
(llegué tarde o me echaron del coro, me caí de la bici, pateaba mal o nunca fui suficientemente hijo de puta)
No fue suficiente mi suerte para hacerme afortunado.
No fue suficiente mi muerte para hacerme inmortal.
Y sin embargo cada quien construye su propia
victoria contra el olvido.
Y como la noche, a partir de cierta edad a la que no he llegado, está mejor hecha para recordar que para vivir,
esta noche sin recuerdos recuerdo:
los dos botones entreabiertos de tu blusa que me dejaron
atisbar el pudor de un brassier francamente decepcionante para la niña más rica de la clase
(øno se puede cambiar el recuerdo por el de un calzón?)
aquella caminata de medianoche por las calles desiertas
de rohrmoser aullando como gatos en celo en los portales de las mujeres que nunca se atreverían a abrirnos
ni de noche ni de día
(aquellas pobres musas sin carné de identidad)
el árbol de hule que lloraba junto al orinal
el taller de teatro del que aún codicio
algunos virguitos invictos
(en las exactas palabras de lautremont)
el papelón de verte seguramente en suecos
como se usaban entonces
y no poderte declarar mi amor eterno
(paréntesis: por desgracia con bill gates
los nerdos conquistamos el mundo
pero no tu corazón)
los discos que me grababa en casette
matilde elizondo
el sótano secreto de otto monge
las revistas pornográficas que comprábamos
en el centro colón en vez de la tarea de matemáticas
(que también había que comprar)
las tardes apestando a palma africana en
una fábrica de aceite en ruinas
la erección de carlos cruz sobre las tetas de chacha
la coneja mal disfrazado de la sonrisa de carazo
gente con la que quisiera morirme ( o sea : vivir )
el lunar oculto en la pierna deÖ
øcómo se llamaba?
la ballena disecada en el museo de historia artificial
los motivos del lobo de darío
dichos por edgar céspedes
los motivos de un hombre bueno
dichos por un hombre bueno
todo lo que tuve y lo que no
la lluvia siempre a las 4 de la tarde
la tarde siempre a las 4 de la tarde
el pito del tren naufragando en el horizonte
la extensión ilímite de la sabana como el deseo
(como el deseo)
los fantasmas de tantos años inservibles
invivibles
olvidadizos
pido perdón a todos aquellos recuerdos
que no puedo amar
nada queda, mi amor.
nada queda salvo lo ido
nada es mío sino está perdido
Carlos Cortés - Costa Rica - 1962 - Poeta, narrador y ensayista. Entre otros, publicó en poesía Los pasos cantados (EUNA, 1987) y Canciones del prodigioso citarista del río que tañe melodiosamente en medio de las olas (Provincia, España, 1998).
EL PASO DEL PERFUME
Su perfume fresco se agrega a nuestro frío
a nuestros recuerdos,
como amapolas en medio de la piel,
imperio del olvido
que se enmaraña en
desatendidos besos de capulín,
tan sabrosos, que los párpados
aun sin dientes ni labios
se prenden del asombrado feromona
e inician un viaje, con trocitos, con puñados
de tierra -que no falte, que no falte- de destiempo;
relinchando entre nuestras articulaciones,
agoniza el pasado, que nos dio mujeres, muerte
y un mundo que catorce veces catorce
entorpece al amor.
Le disputaron al presente los signos,
luz espléndida del vértice del odio,
que nos dio generoso, una orilla de tiempo
herida por tanta palabrería.
Mientras maquilla sus tejidos de primavera
y pone a su cuerpo, el antifaz de los dieciséis años
como la primera vez,
la negra luna de la madrugada
empuja a los amantes
a la desgracia y al amor,
por la ruta de la piel ansiosa
de los ° carajo ! treinta y tantos
que no concilian de noche
los espejos y los sueños;
con su labio abultado -ventana de mi vicio-
muy lejos, invocó el azul plúmbago
de las auroras boreales
que nacen cuando se desnuda
chorreando un poco de felicidad
en las escaleras de los mil años
que tarda para levitar entre
la jeringa y el amor;
piensa en resignarse
y cambiar la varicela, por el mal ejemplo del nuevo
virus.
En casa bebemos prohibidas
orquídeas y lunares
que escurren, gota a gota o en cascada adicta
del escote a la espalda,
torrentes de Fundador,
releemos los huesos maltrechos
de los últimos versos cobardes
que escribimos;
se llamaba, creo, Macorina
la canción de la Vargas, que acercaba
los marcapasos de nuestros corazones desamparados
borrachos y de la mano, al burdel
de las tempestades y de la absolución de la cama.
Pretendemos, si por casualidad
alcanzamos el último metro de la desolación,
encontrar nuestras caras, nuestra hambre,
rescatar los viejos y podridos ascos por la angustia
de sabernos adultos;
elegir nuevos ojos,
besar al amigo común del fracaso,
que nos sumerge como antes en la espiral
sin fin de hojas, lluvia y siglos
de nuestro durazno de verano,
cerrar la mente, apretar la quijada
y vivir en un instante fugaz,
la promesa de que
aquella noche nos iba a durar
cien calendarios y trece mil seiscientas ochenta lunas
de miel.
Ahora que nos queremos sin miedos,
ahora que las flores viudas,
desbordan leche y menta
ahora que sé bailar, sin celos ni prisas
ahora que mis amantes
me dan solo maldiciones, un poco de yerba
y nubes vacías,
no toleran este sobrante de sexo persistente.
No he dicho, ni visiones,
ni desvencijadas verg¸enzas,
tampoco que mis vísceras conspiran
contra la húmeda grieta del tiempo,
en el que aprendimos a estar mas locos,
ni que nuestra hija, la ausencia
protesta por que fumo las cenizas que dejaron
nuestras interrogaciones.
A mi confesión le faltan
las palabras, de cuando
te levantabas del brazo del olvido,
dentro de un beso sin apetito
y sin mí
Treinta y tantas vidas
que valen
las lágrimas y el perfume
que nos engañan como
a los dieciséis, cuando perdimos
el futuro.
Jesús Hernández Limón - México - 1968 - Poema inédito.
Temps era temps...°I tant!
como la noche de anoche
y el bolero que eternamente
miente en Scudellers
pasada la cortina del color
bajo el neón
nada hay más presente
que tu ausencia
Febrero de 1992. Discoclub Tatú
Calle Scudellers, Barcelona.
Ricardo Sanz - Argentina - - Texto inédito.
PANORAMICA
Manchas
puntos sonoros
que oscilan
temprano en la
mañana amarilla.
Una cortina de plomo
amortaja la ciudad que despierta.
El tableteo de los helicópteros que huyen
hacia la noche
que también huye.
Jorge Dipré - Argentina - 1960 - Poema del libro aún inédito Merodea. El autor ha publicado, entre otros, Hacia Arriba (El Heresiarca & Cía, 1984) y El bodrio (Ed. Heresiarca & Cía, 1991, escritura en común con J.P. Yakoncick).
LAS PAREDES BLANCAS
Sencillamente extraña
la sensación del mes de junio en este año.
La calidez primaveral se escapa en el oxígeno.
Aquí, como en cualquier lugar del mundo,
se respira el terror de las paredes blancas.
Es junio y llueve
y mientras caminamos a solas por la calle
se mojan nuestros cuerpos,
nuestros sueños
y las paredes blancas.
Hemos aprendido a contemplarlas
y a fijar su extraño resplandor a nuestros ojos.
La próxima estación no es el verano
es quizá un lejano pueblo
donde no hay estación ni tren ni rieles,
donde no hace frío ni calor
y viven solo las paredes blancas
que no son blancas
ni son paredes
y se confunden con la lontananza.
Julia Erazo Delgado - Ecuador - 1973 - Ex-integrante del grupo literario Canta y Flora. Está por publicar su primer libro, Estallido.
LA FOTO
Ocho viejos con gorrito. Agitan las maracas.
No hay sonido. La serpentina cae
con la jactancia de la piedra.
Me piden que encuadre una foto.
La última. Que aparezcan todos los hermanos.
Casi mil años, somos, bromean.
Junio del 999. La gente sentía
que terminaba pronto.
Gabriel Reches - Argentina - 1968 - Poema inédito. Ha publicado en poesía Gomez (Ed. Araucaria, Florida, 1997) y El resto (Ed. Siesta, 1999).
Despierto, utilizo lo que me queda en el alma, casi inerte recorro con los dientes las calles para engendrar mi nombre. Pero mi carne se resiste, mis ojos ven mi cara y su boca desaparecida. Mi boca yace en silencio. Mi mano es incapaz de un solo trazo. Mi letra es invisible, pero las palabras me pertenecen. Y aunque mi mano no tenga fuerzas para levantarse, sé que estoy completamente escrita por dentro.
Nadia Prado - Chile - 1966 - Publicó Simples placeres (Ed. Cuarto propio, 1992) y Carnal (Ed. Cuarto propio, 1998), al cual pertenence este poema.
en mi mano
solo cabe
la piedra
de la mano
**
Pocos objetos
reconocen al viajero.
**
De los otros a mí
un solo paso.
Una moneda.
El viento
y su espalda
leprosa.
Gabriela Prado - Argentina - 1970 - Poemas de su libro Memoria animal (edición de autor, 1998)
"Tu sangre es el mejor
regalo para un amigo"
En el duro oficio de sostenerse
pierdo una batalla
como gota de sangre
dejada en la arena.
Tanto oficio, esfuerzo
y quedo atrás
el cuerpo se despide
y en su división
se alienta
a seguir por seguir.
Isabel Larraín - Chile - 1964 - Publicó Volver a Sadnes (Editorial Génesis, 1989), De los esfuerzos y oficios (Editorial Surada,1994) y El camino más alto (Lom Ediciones, 1999). Estos poemas pertenecen a su segundo libro.
PRINCIPIO DE LA NOCHE
He visto como las sombras acudían a tu encuentro;
sin nombre, calles sin nombre,
y bajo la capa del insomnio, en las primera horas,
escogías su visión irreal
y su presencia.
He visto como soñabas temblando de furia
entre mis brazos,
abriendo balcones en medio de la oscuridad;
calles, calles que corren bajo un cielo sereno.
El nocturno no sonaba.
Nadie salió, nadie oyó;
yo lo vi todo y me dolía.
Un momento fatídico,
no las buscabas
pero las sombras vinieron a tu encuentro,
no las creías
y ellas vinieron para arrancarte un pedazo
de aquellas madrugadas,
y los años.
Calles, calles que pisan mis palabras y las tuyas.
Agustín Calvo Galán - España - 1968 - Texto inédito.
un disco de los doors
poema de cohen donde habla de otra guerra
oprima una tecla para continuar
un salvavidas verde
fotos de los niños
un poema de mercedes
la llovizna el 7 de noviembre de 1992
tacones lejanos
oprima una tecla para continuar
la poesía ni existe
sus pechos son gloriosos
amo a berch rupenián
amo a barton fink
te amo a ti
pero de los tres amo más a B. Rupenián
Luis Pereira - Uruguay - 1956 - Editor de la revista Civiles Iletrados. Texto de su libro Retrato de mujer azul (Civiles iletrados, 1998). Publicó además, entre otros, Memoria del mar (1988) y Mujeres delgadísimas (1992).
en pleno ruido estrépito
de máquinas camiones
gritos demenciales
me acuerdo de repente
de Francisco de Quevedo y Villegas
"lo cotidiano es mucho y feo"
y pienso en el poeta hindú que nunca
leeré o el chino con pincel ante su ideograma
:el poeta
detenido frente a su verso
como el colibrí tiembla sosteniéndose
como esa mascota de peluche
cuelga en la cabina
de la retroexcavadora gigante
Gabriel de Leone - Uruguay - 1951 - Poema de su libro Incendio intencional (Civiles iletrados, 1997).
Cuando Ilanda
posa el dedo en los labios
hay una cuerda tensada
y un silencio equilibrista
--
Cuando Ilanda
tiende sus manos
mi cuello nunca está
--
Cuando Ilanda
siente celos
no lo dice
--
Cuando Ilanda
leyera a Homero
una ráfaga de barcos y de espadas
subiría por la calle Sarandí
--
Cuando Ilanda
corre pelea al viento con su pelo
pero los pies
apenas tocan el cemento
--
Cuando Ilanda
reniega de su cuerpo
en mis dedos
crece escarcha
y hay pájaros muertos
en los nidos
Víctor Cunha - Uruguay - 1951 - Estos poemas pertenecen a El libro de Ilanda (1988), dentro de la antología Cuaderno de Nueva York (Civiles iletrados, 1998).
NINGUNA MUJER ES MEJOR QUE EL MAR
ninguna mujer
es mejor que el mar
y aun así
todos los peces caben en su vientre
toda la historia se resume en su caverna
todos nuestros delirios se aplacan en sus senos
ninguna mujer
es mejor que el mar
y en todas las ensenadas interiores
está escrito su nombre
en todas las galerías del recuerdo
hay una flor de fuego entre la niebla
unos besos que se irán a la tumba con nosotros
ninguna mujer
es mejor que el mar
y el furor de su oleaje
nos lleva a la cima
o nos hunde en el silencio de la muerte
ninguna mujer
es mejor que el mar
y aun así
mi faro no deja de buscarla
entre el nutricio mar de los sargazos
Osvaldo Saua - Costa Rica - 1949 - Poema inédito. Publicó Las huellas del desencanto (EDUCA, 1982), Retrato en familia (Premio latinoamericano EDUCA, 1985) y Asabis (Ed. Lunes, 1993). Además de las antologías de poetas latinoamericanos Tierra de nadie (Ed. Lunes, 1994) y La sangre iluminada (Ed. Baula, 1998).
DEMASIADAS MANERAS DE MORIR
dije
este tipo de vida sencillamente
odioso
cada noche lo mismo ante el espejo
el mismo ritual ancestral primitivo
maquillaje compacto colorete
perfilador de labios matizador de ojeras
y luego lo de siempre otra vez
tumbada en una cama ajena
sin pijama
mejilla abajo el rimmel pegajoso grasiento
intento levantarme pero el mundo da vueltas
alrededor del sol sin detenerse
busco la última copa que ya no está
en su sitio
me arrastro por el suelo riendo abotargada
la lámpara del techo imitando la luna
sillas que no conozco el horizonte
será mi ropa interior ese trozo
de tela...
mi falda esta hecha trizas debajo de una mesa
sólo encuentro un zapato el otro lo tiraste
por la ventana abierta
poco antes de dormirte sobre mi blusa de seda
te enviaré factura cuando sepa quién eres
dije
este tipo de vida se ha vuelto
insoportable
recuérdame que pruebe otras formas de muerte
pero tú no me oías y a mí me dio la risa
viendo correr el rimmel sin prisa
hacia mis nalgas
Anna Blasco - España - 1957 - Poeta y arqueóloga. La revista Delito publicó en 1999 su poemario Variaciones para un solo instrumento. Este texto aparece en su libro Cuando mueren las hormigas (Deabruak, 1999).
Yo soy el rostro curativo de tu miedo
por el desamparo de un dios
presuntamente muerto
pero no soy tu amor
ni tú el mío
Soy lo bastante antigua para saber
del dulce vértigo de tus lazos suaves
y sin embargo
ver lo que está en el fondo
de aquella sangre perfumada.
Siempre duele ser el malo
øpero qué sería del héroe
sin el asesino?
sin embargo sus actos forman parte de
la regla
aunque su amor no tiene lugar ahí
y permanece oculto.
**
Siempre tiene hambre
Su cerebro funciona abarrotado
de papilas satisfechas
Mira en línea recta
y no deja huellas
El hastío lo aguarda
con sus fauces maquilladas
y no lo sabe.
Vive cegado por el futuro
y no se detiene
no se detiene.
Emilia Villegas - Costa Rica - 1967 - Publicó Ocho rounds y Soy de Tierra en ediciones manuales limitadas de Moyo Coyatzin. Emilia es pintora de reconocida trayectoria en CR.
viene el miedo al tugurio propio, solitario que alberga enredaderas; vuelvo a verte feliz, fuera de alcance, sonriendo estúpidamente desnudo.
Vuelvo a verte feliz y pienso desde cuándo; desde cuándo y hasta dónde.
Nadia Zimerman - Argentina - 1973 - Inédito.
PANTEON LAVADO
Tormenta tropical
el agua y sus harenes
°cómo tiemblan de pánico!
°cómo se agitan anegados!
nadie salva sus pieles o sus trapos
los que corren tropiezan en látigo de fuego
se arrastran musas y sirenas
reptan los simios
la tormenta tropical no es metáfora del caos
en el barullo todo tiene su lugar
todo se instala
se fija
se ordena
se abren las compuertas
la selva es panteón lavado
las mujeres reclaman abandono
no duermen ellas
en la vigilia
café
oraciones
galletas de yuca
llevan lo puesto y los pies de lodo
lo puesto y el torso desnudo
hablan con acento parece
nadie entiende sus gemidos
los cuerpos yacen en oleaje carnívoro
la tormenta tropical no es el caos
limpia selectiva
deja graznar a los pavos reales
vuela con los que pueden
si el aire se deja
si presta viento
María Fernanda Espinosa - España/Ecuador - 1964 - Premio Nacional de Poesía 1990 en Ecuador. Publicó Caimándote (Abrapalabra Editores, 1991) Tatuaje de selva (Abrapalabra Editores, 1992) y Loba triste (Editorial Eskeletra, 2000).
The Park
La luna comprime, inyecta el espíritu del búho
rechazando de oídas aquello
siempre sujeto a un modo de credo
- cualquiera fuera éste, e inmerso ya
en las efigies de yeso, en los laterales
del complejo con que se afronta el clima
a uno y otro lado del park.
Luna de enciclopedia, atesorando su acné
bajo el patrón del ahorro en los ojos
que la dictan. Desde allí referías
toda limosna en el repecho a pico de las calesas
(añejas desde siempre, pero puestas a punto
hacia los dedos novicios de quienes cobran
por dar una sola vuelta).
Y qué cosa este Parker. Así era su nombre
y asimismo se llamaba el "rey de la plumafuente",
y concedía como pudiese
orden a esos caballos de Errázuriz,
así de enfermos, canjeando algún compromiso
por las entrañas de a un filamento entre animales.
Ellos son parte del número. Con grandes
trayectos asuntan el leitmotiv, de Parker
(John Oliver Clayton, para mayores datos:
su filiación primera. Nacido como se ha dicho en 1943,
New Jersey. Su fin, en 1991/Sudbury, Canadá/
carece de suficientes detalles. De profesión "parker".
Eso sí: pero "parker-parker").
No dejando ni por asomo caer
su nitidez de moneda del Estado,
porque dé la gana; si con un sólo relincho
adhieren sencillos a la insignia de su amo.
Causa estupor tanta obediencia.
Bastaría nomás atraer la atención
aunque carezca de interés por ser motivo.
De todos modos, las hamacas del park
sondean el aire, cuando un gañido ferroso
aspecta cualquier próximo movimiento
con tal de sentir a la par la caballada.
- Más allá de la gran ciudad: circo
latinista llevándose a cabo una carrera
de carros (y Robert Taylor depurando
con sus espinas de hierro la rueda
y el chasis del enemigo muy inferior).
Una conciencia oscura dice
que se trata de otro Cristo, que a sus pies
me encuentro como un tren eléctrico
de pronto utilizado y donde querría
caminar entonces alrededor de las hileras
de casas, para protegerlo. Allí es de noche;
las carpas están armadas y existen
fuera del acecho leones en las proximidades.
Parker estaría abusando de su fanatismo
con esta clase de episodios, donde por fin
se incrementa a pulgadas el incordio
de una medialengua a veces ofrecida.
(continúa...)
Mario Arteca - Argentina - 1960 - Texto del poemario inédito Die Zentralpark. En 1999 obtuvo mención en el Primer Concurso Provincial de Poesía Carlos Auyero y en el 2000 el segundo premio del Concurso Hispanoamericano Diario de Poesía-Vox con su libro Bestiario búlgaro (que publicará próximamente la Editorial Vox).
BAJO EL LIMONERO REAL --QUE NO ES MIO
yerba mala nunca crece en este patiodondenodaelsol. Soy viuda negra y voy caminando a casa cuando me aburro de la parada en la esquina la poesía es áspera una lagartija caliente en la garganta si tenemos hambre mucho peor te lo dije ni lo pienses esto no tiene fin
hija te escribo desde el despacho hay una fotito tuya con medias a la rodilla y la nariz arrugada por la resolana del mediodía
Fernanda Castell - Argentina - 1965 - Este poema es parte de Meciendo la luz en el Sahara, espero, colección inédita.
RESULTADO DEL SORTEO 48131
heme acá más cerca de
lo que jamás me logró el
lomo partido
ahora en suerte rondan
palabras menos devoradas
con más tiempo para
seguir no siendo
protomilagro
asímil subterfugio
viñeteado en su destello de
iglesia palpable
calcado el sueño vendrán
insomnios confusos
paliativos
hurras
ramos holográficos para
al fin grabarme portadas
resto a resto
una nariz nueva
una melena nauta
así anudado e
inicuo
**
MALA SE—A
río ante
el trasero
que se difumina como perfecto matatiempo
tecla a tecla se cae
todo el código lógico o
híbrido
sin-verg¸enza
ora pro nobis
la escafandra tullida
el desenfoque
flash
**
PARQUE DE DIVERSIONES
no peques
mirando las niñas centrífugas
no te quedes obtuso
ni siquiera pienses
y regala tu ticket
Ernesto Proaño - Ecuador - 1971 - Publicó Digitales (Abrapalabra Editores, 1989). Además de la poesía se dedica a la fotografía y la pintura. Estos textos pertenecen al poemario inédito Espectrograma de Naún Briones(Ed. El toro manilargo, 2000).
Verano
Viene
el calor
desde
el potrero,
sudario errante
de la noche.
En el
viento quemado
se encrespan
murales
de lumbre,
pintados
por matorrales
incendiados
con la quema.
Arde el verano
fantasma de la sequía.
Ariel Montoya - Nicaragua - 1964 - Poeta y periodista, obtuvo mención de honor en el Premio Nacional Rubén Darío 1999 con su libro Perfil de la hoguera (de próxima publicación). Publicó también Silueta en fuga (Editorial Impacto, 1989). Dirige, desde 1996, la revista centroamericana de cultura Decenio.
Más allá del mundo hay dragones
Sólo tú haces de mi memoria
Una viajera fascinada
A. P.
I
Conversábamos sobre el dinero,
es decir, sobre la necesidad que cada uno tenía del dinero
y también sobre qué haríamos si obtuviéramos mucho,
hasta incluso demasiado dinero de una buena vez,
y cómo cambiarían entonces nuestras vidas,
mientras tomábamos un vino rojo y amargo
con empanadas de pescado de río
que habíamos comprado esa misma mañana
en el pueblo de Sauce.
En Sauce los días se dilatan,
los días son demasiado largos,
como volcados sobre sí mismos.
He perdido la capacidad de hacer un esfuerzo,
dije entre bostezos.
Ya estábamos un poco borrachos,
y era una excusa para recitar Kavafis:
Y he bebido un vino fuerte
como beben aquellos
que se entregan
valerosamente
al placer.
Ya estábamos un poco borrachos,
que es cuando más extraño tu boca.
Me acuerdo del vino rojo que tomábamos en España, dije.
Rioja. El vino rojo y alegre.
Sí, dijo alguien, se viaja para recordar.
Y entonces pensé en todo lo que se puede ver
a través de una ventana,
en el curioso mundo.
Y me levanté
para mirar hacia el lado del río,
y esa huida era una forma de no mirar.
Pude verlos
Sin embargo
Vagamente.
Eran tus ojos,
cerrándose
entre paredes iluminadas.
II
En medio del campo,
ahora,
sonidos de agua,
sonidos de campana.
El gallo canta,
marca la hora en el medio
del campo lluvioso.
Me acerco a la higuera;
los frutos no están todavía maduros,
deberían estarlo,
son los días finales del verano.
Quizás la sequía
despiadada
de los últimos meses
ha tenido que ver
con la maduración tardía,
con estos higos de febrero,
verdes y duros.
Hoy, la lluvia de verano
embarró el patio y mis sandalias
y salpicó mis pies,
y tal vez logre que florezcan
las plantas entristecidas,
postergadas, envejecidas
del jardín,
y que los higos
incluso
maduren antes del otoño.
Ese gallo canta a cualquier hora,
pienso,
y camino otra vez descalza
sobre el pasto,
pese a la lluvia.
III
Estábamos de pie
frente al río
cuando la noche se cerró sobre sí misma.
Del oratorio vecino
subió un murmullo
y una procesión pobre
con poca gente y antorchas
se encaminó hacia el este.
El fuego en la punta de las antorchas
Se movía en el medio de la noche
Entre retazos de plegarias
Y la tristeza de estar solos
En el medio del campo.
Pensé: Así son las costumbres de los hombres.
Conté que había visto
caballos de la costa
trotando en la isla de enfrente
del Coronda,
una tropilla oscura,
marchando en la orilla,
al lado del río,
mientras atardecía.
Había un caballo blanco también,
dije, que había tenido que ver conmigo,
Quizás,
En algún sueño repetido
De la víspera.
IV
A esa hora
es un color solitario
el río.
Vemos correr el agua,
El sol se oculta,
las nubes bajas se disipan,
se mezclan casi
con la estela de una lancha
que acaba de alterar,
ruidosa, la calma de la tarde,
una por una
aparecen las estrellas.
Entonces es cuando esperamos
el viento más fresco
del este o del oeste
y disfrutamos de la luna
incipiente
que empieza a brillar sobre el agua.
Me acerco a la orilla y mojo los pies,
y debajo de mis pies la luna
ha crecido
e ilumina el ancho
del río,
las aguas desbordantes.
Muy cerca de mí salta un pez
y se zambulle,
y el agua fresca,
nocturna
me salpica.
V
Volver a caminar,
dijo, no sé
- como si alguien
se lo hubiera preguntado -
pero sé que no quiero ser como antes,
dijo,
y todos sentimos
la contradicción y el dolor
de esa terrible esperanza,
del necesario dolor.
Sólo quiero que me amen,
Dije que dijo un director de cine.
Y es cierto,
asintió alguien,
sorprendido.
No vamos a naufragar con vos,
Pensé con la crueldad de los desesperados,
Y después necesité probar
Que soy inocente,
Inocente sobre todo
De los sentimientos canallas.
Lo miro
Entonces
Cuando no sabe que lo miro,
Lo espío
y recuerdo cómo era
Cómo era
Antes.
Y pienso una vez más
en ese cuerpo que he perdido.
VI
La vejez concluye sin cantos,
Escribe el poeta clandestino
Y alimenta a los pájaros.
La poesía es un camino inicial,
Dice la muchacha y se peina
Distraída,
bajo el sauce.
El viejo murmura
Maldiciones o plegarias
bajo ese mismo sauce
en esa misma tarde
de sol
de sol del último día
como en un sueño vacío de este mundo.
Poeta sin palabras,
Piensa:
Se me cierra la voz
el paladar protege
algún último secreto reducto
de serenidad,
de complacencia.
un mar inexistente de palabras
Nadie conoce como yo, escribe,
esta vida de fantasmas.
Beatriz Actis - Argentina - 1961 - Publicó, entre otros, la novela Alrededor de las fogatas (Colihue, 1999) y el libro de cuentos Viajeros extraviados (Bajo la luna nueva, 2000). Este poema es inédito.
Dietario de Hamlet (fragmento)
"I have most of the jets here in my table-book."
J. Marston, The Malcontent (1604)
los escarabajos las cucarachas las pulgas y las sombras
son mis rivales
van cargados de tierra igual que yo
no soy el que habla no lo que soy
de un lado a otro del escenario en pocos pasos
repitiendo mi estúpida historia
comedia torcida divertida
aunque sin palmoteos a la japonesa
una lástima
cruzo las piernas
la cabeza derecha como un cactus
hago las muecas aprendidas
cuanto más repetidas menos sentido menos placer
pero hay que fracasar para ser Hamlet
odiar sus caras embotadas pero no dejarlos
odiar si se trata de eso
disimular la voz
evitar el discurso natural del mundo lógico
diseñar una obra interior que tal vez ningún espectador alcance a ver
nadie descubra cómo saco provecho de mi locura
cómo escribo mi fama
yo mismo después de todo saltando sobre el telón de fondo
todo en mi mente
el infinito trasladarse por la escena
pero quisiera más
algo que les rompa la cara que los altere
pero sólo se logra aturdir
si pudiera dejar de mentir y estar de veras loco
ya de chico viajando por la ruta veía "felpudos" y no reconocía a los perros aplastados de la banquina
**
frío hasta en el interior de Horacio
el pobre cornudo estudiante de Vitemberga a quien todo se escapa
incluso mi pena
ya pasaron las fiestas y yo también
pero tengo un plan para salir del paso
pueden seguir tocando y comiendo sus fiambres
dejando que el olor a padre se escurra por el aire
yo que quisiera respirar ese gas de la asfixia
desfile de dientes
gente bien
hace falta sentirse importante (ellos están convencidos)
debajo de esas sonrisas gruesas como gruesas chequeras
resumen familiar: mi padre asiste a la gran bañacauda en su honor
el gran danés (rey hace unas horas) olía tan mal que terminó podrido entre los ajos de dientes haciendo muecas
su hermano ese hombre oscuro con bigotes enchastrados
mi madre la buena anfitriona (grandes labios rojos)
ubicados en un lugar iluminado contrayéndose a todos
mi padre el gran rËgisseur de la noche
sus dedos muertos chasquean vacíos en el frío inhumano
Ofelia párpados bajos vago aspecto español
castaña desde el cuello hacia abajo
pero de una gracia milagrosa
a pesar de ese corsé de gestos forzados
además de no saber qué hacer con su cabeza
que se le cae
y su pelo revuelto sucio de ramas
me mira y sonríe
se frota las manos para tenerlas quietas
Ofelia minuscular y sordomuda
su padre qué tesoro tenía
una hija y nada más
Luis Cano - Argentina - 1962 - En el 2000 publica Obras anfibias (Ed. Atuel) y Perro semihundido (Ed. Catálogos).
Õcaro es un ángel convencido de la importancia menor del vuelo. Ejercita sin pasión, la risotada cínica de sus alas en franco desafío al suelo. Largamente mira como los músculos laterales de su espalda se yerguen minados por la sustancia febril en sus huesos. Cifra su refocile admirando en el delfín su natural consorte, en el minotauro la saña de su empresa. Padre e hijo - Dédalo se alegra- se encuentran en ráfagas dispares de viento buscando alcanzar cada cual por su cuenta la inmensidad, el marasmo de la nada. Õcaro tomará un día distancia de los hombres, su cuerpo tan ligero bordará los ecos del éter precioso. Así los ángeles o los héroes, así también confusa la mujer que vuela en rededor mi piel. En el encuentro de los miembros me miro frágil en sus tendones, a la manera de Õcaro escondo el rostro bajo las olas. Exhalo - ángel o demonio- el impacto de la caída.
--
VII
Muere el 28 de agosto de 430
estando la ciudad sitiada
desde junio por los vándalos
de Genserico
Aurelius Agustinus de Hipona
Señor de los excesos y lengua de arena
Tantas lágrimas guardaba Agustín para dios
Tantas voces dejó escuchar quien confiesa a fin de cuentas
que ha sufrido, que la carne
le ha sido grata y el espíritu no lamenta su derrota
Ese dios de Agustín venció años después a
Genserico
a Maniqueo
a los cátaros y su pureza
Asutín se doctoró en iglesias
pero aún tiene noches en que recuerda a las negras
faldas que pecando
lo volvieron santo
Luis A. Arellano - México - 1976 - En poesía publicó Nómina de huesos. Fundador de la revista literaria Crótalo.
LAS PIEDRAS
De las piedras se habla con envidia,
quizás, porque ellas no hablan.
No fruncen el ceño
y aparentan desatender
lo que a su alrededor acontece.
Obviamente, todo esto es mentira.
No vuelan, pero enseñan a los pájaros a volar.
Se detienen en los abismos, al pie
de los puentes, al margen de los ríos
y desde allí advierten como anónimos vigías
los peligros de sostenerse en el aire.
Cultivan además varias lenguas sin poseer ninguna.
Su arte está en hablar por la boca de otros.
El aire las recuerda cada vez
que los páramos silban en el viento
y los ríos cuando nos adormecen
con su insaciable ronquido.
Si se agrupan lo hacen
como gesto fraterno, pues odian la soledad.
De ellas se escribe siempre
para hablar de otra cosa.
Su aparente mudez
es tan solo una licencia que Dios les da,
pues así nos interroga.
**
EL PEZ DE MI HIJA
Una pecera de 50 cms. de perímetro
y 15 cms. de diámetro
(aproximadamente medio litro de agua turbia),
a eso se reduce el universo
de Alfonso (el pez de mi hija).
Le echamos comida una vez al día.
El abre la boca como lo hacen los peces,
como un mimo aprendiendo a hacer burbujas.
Lo miro con lástima,
con falsa misericordia
y le comento a Gaby: "qué pecesito tan lindo".
De noche, cuando todos duermen,
me levanto y voy a la cocina.
Alfonso permanece insomne,
me mira con firmeza
(no sólo porque le falten los párpados).
Me interroga con sus ojos inmensos
tan cóncavos como la pecera que los contiene.
Me consuela, se aflige de mí
y sigue dando vueltas distraído
sobre sí mismo.
Tal como yo.
**
ALMORZANDO EN UN BURGER KING
Escribir un poema en una servilleta
-como éste que ahora escribo-
sentado en una mesa blanca y rosada
-como ésta en que estoy sentado-
comiendo una hamburguesa "Big King"
con papas fritas y coca-cola
-como la que como, mientras hago
una pausa en lo que escribo-
no puede terminar de otra manera
que con la frase final del ticket
que está sobre mi bandeja:
"Have a nice day
-como la sonrisa de la cajera,
la instantánea y única musa de este poema-
Arturo Gutiérrez Plaza - Venezuela - 1962 - Publicó Al margen de las hojas (Monte Avila, 1991). En 1999 gana el Premio Hispanoamericano de poesía Sor Juana Inés de la Cruz con su poemario Principios de contabilidad. Los dos primeros poemas pertenecen a ese libro, el último es inédito.
OJOS DE ACORAZADO RUSO
Yo estaba con uno
y vos con otra
sin embargo
me abrazaste tan fuerte
que me apretaste las tetas.
Ahí ya supe que te quería.
Lo sé ahora
que estás en el Uruguay
vendiendo portavelas de caña.
Pero te quiero de otra forma.
Y tenías razón
cuando dijiste
que ibas a ser un buen tema
para que yo escribiera.
**
Cervantes 171
En la alacena
de tu cocina,
arriba, a la derecha
había un paquete
de chocolate soluble.
Me hubiera gustado
un día,
preparar una taza
bien caliente
para que la tomáramos juntos.
Patricia Roldán - Argentina - 1967 - En poesía publicó Tengo un plantígrado en mi corazón (1988) y Caminando sobre vidrio (1989). Participó en la antología de Ediciones del Dock en 1990. Estos son poemas inéditos.
ONOMATOPEYA DE LA CONCIENCIA
me da sueño leer mis poesías
Nicanor Parra
Y así sucesivamente...
la noticia mas importante del día es meteorológica.
Adoro la teletransportación.
relajémonos.
El desvelo es el combustible de mis noches.
Mi contención es un arrebato,
estás espléndida y quieres que te lea un poema.
Un diablito que habita en mi hombro izquierdo
discute con otro diablito
que habita en mi hombro derecho.
Cuestión de conciencia
Armando Alanis Pulido - México - 1969 - Poema inédito.
Oda a Vargas Llosa (o Vargas Llosa es un soda)
Genaro Vergassola vivió su niñez en Latinoamérica y bueno,
es obvio que el apellido en Italia no era problema alguno
pero también es obvio que en Latinoamérica
el apellido le trajo todo tipo de abuso verbal,
especialmente en sus años de temprana y mediana adolescencia
cuando chicos como Miguel Peiny
no paraban con lo de la soledad de la verga
y Mariano Bermúdez jode que jode con los
gemidos de excitación sexual
cada vez que la maestra mencionaba su apellido.
Claro, solo Genaro oía el abuso.
Los maestros encavernados leían a Platón pero no le daban bola.
El escudo salvador de Genaro fue la cancha de fútbol,
donde emparejaba el abuso psicológico con faulasos.
Después Genaro decidió vengarse con jugadas de buen fútbol
y esto resultó mucho más respetuoso entre los compañeros y
ya no lo molestaban tanto.
A veces se les salía lo del apellido
pero él tendría que entender.
Años después Genaro ya no fue tan verga sola
porque se mudó de vuelta a Italia
donde fue reclutado por un equipo de la "Serie A"
y todos los culos.
Simón Flores - Perú/Costa Rica - - Texto inédito.
LA ESCUELA DE VULVA
A) Vulva va a la escuela y descubre que ella no existe...
Vulva va a la iglesia y descubre que es obscena...
Vulva descifra a Lacan y Baudrillard y descubre que ella
es sólo un signo, una significación del vacío, de la ausencia,
de lo que no es masculino...(se le entrega un lápiz para que
tome nota...)
B) Vulva decodifica la semiótica constructivista feminista
y se da cuenta de que ella no tiene ningún sentir auténtico;
hasta sus sensaciones eróticas han sido construidas por
proyecciones patriarcales, imposiciones y condicionamientos...
Vulva lee biología y comprende que ella es una amalgama de
proteínas y hormonas de oxitocinas que gobiernan todos sus
deseos...
C) Vulva estudia a Freud y se da cuenta de tendrá que
transferir sus orgasmos clitóricos a su vagina...
Vulva lee a Masters y Johnson y comprende que sus orgasmos
vaginales no han sido medidos por instrumento alguno y que ella
sólo va a experimentar orgasmos en el clítoris...
D) Vulva lee Off Our Backs y explora el tribalismo; entonces
suspira por las ásperas barbas de dos días del otro género,
sus manos largas y su insistente verga...
Vulva lee a Gramsci y a Marx para examinar los privilegios
de su condición cultural...
E) Vulva interpreta los textos del feminismo esencialista y
pinta su rostro con su sangre menstrual, aullando cuando hay
luna llena...
Vulva reconoce sus símbolos y nombres en los graffitis
bajo los caballetes de las ferrovías: raja, tajo, enchilada, conejo,
rabo, semilla, coño y tajada...
F) Vulva se desnuda, llena su boca y concha con pintura y
brochas, y corre al Cedar Bar a medianoche para espantar
los fantasmas de De Kooning, Pollack, Kline...
Vulva aprende a analizar la política preguntando: "øEs esto
bueno para Vulva?"
Carolee Schneemann (traducción de León Félix Batista) - - - La autora de "Vulva's School" es Carolee Schneemann, de quien no hay ningún dato biográfico en la revista Sulfur #42, dirigida por C. Eshleman, donde apareció. Del traductor podemos decir esto: León Félix Batista (Santo Domingo, 1964). Poeta y traductor que vive en Nueva York hace tres lustros. Ha publicado varios libros, el último es Crónico (Tsé-Tsé, 2000). Con el inédito Torsos Tórridos obtuvo una Mención Especial en el Concurso Hispanoamericano de Poesía Diario de Poesía/Vox 2000.
sueño 801
se distorsiona la señal de radio, parece sumergida en una tormenta. Tengo un pie en el agua y me confundo. Me acosté con jeans y doy vueltas en la cama, atrapado. Averiguo lo que hay en la caja, el zumbido insistente de un insecto. Alguien dice: "en Laos se coloca un coleóptero en el sexo para provocar mayor placer en el momento del orgasmo". Busco el mío mientras suena el teléfono, un aparato blanco, inmaculado. Está apoyado sobre una mesa negra, inmensa. Tengo frío y tiemblo acurrucado. Hablo con un extraño: "bautizaría este sueño con el nombre de Alicia". Apenas un desliz de claridad me despierta, guardo un sabor extraño en la boca.
Sueño 802 /
una aspirina. Un vaso lleno de ron blanco. Un pez sangrando sobre el televisor. Doy vueltas en la cama, tengo algo tibio anudado al tobillo izquierdo.
Sueño 803 /
estoy despierto. Hablo con alguien sobre las burbujas en la sangre. El televisor se acuesta a mi lado, con el volumen en mínimo, apenas los gestos. Lo demás lo recordaré más tarde. Busco un libro en la mesa de luz, un fogonazo. Se cae uno de los murciélagos que duermen en el taparrollo de la ventana. Sueño que sueño con un pintor sin manos, la sombra de su obra es apenas un boceto que anuncia el alba. Acaricio los hongos con la palma de los pies, es un prado extenso. Una mujer llora en otro cuarto. Estoy despierto, anoto un recuerdo que después olvido. Cuando más tarde vuelvo al papel la escritura me parece rasgada, ajena. Temo volverme inútil.
Sueño 804 /
me acuesto con resaca. El tiempo se hace pesado, inerte. Trato de recordar una noticia que leí en el diario. Tengo problemas para respirar, me alivio al pensar en las muescas de un cuchillo. Escucho pasos en el departamento de arriba, quiero reconocer si caminan con los pies descalzos o es sólo una sombra de mi mente. Recuerdo ahora las manchas de sangre en el piso, un niño gritando. Las corridas por todo el lugar se hacen insoportables. Abro un frasco con moscas, su huida intempestiva me acaricia el rostro. Aprovecho para dormir, acompañado.
a susana villalba.
Fabián San Miguel - Argentina - 1964 - Publicó Perros de la belleza (Ed. Ultimo reino, 1996). Estos textos permanecen a su libro inédito Sueño 800, texto elaborado a partir de una noticia en el diario.
El agua es dulce en la vid
Mansilla lleva al costado de
su cabeza tiesa, el canasto lleno
de esferas preciosas.
La bomba no explotó.
Se han salvado los muy desgraciados,
piensa
sobrevolando la magra acción
de la suerte
en el instante anterior
en que una estela certera
lo devuelve a la nada,
dándole forma de rompecabezas
de chatarra.
Y su Skyhawk caiga al Atlántico.
Mansilla está orgulloso de su hijo
y de la medallita que aprieta
con sus dedos
de uva.
Guillermo Coulter - Argentina - 1964 -
REP⁄BLICA
Las palabras que recuerdas
De aquellos años
Son las únicas palabras
Que yo no recuerdo.
Entonces yo lloraba
Sobre aquellas palabras.
DEAD MOON
Ahora que ya no existe el número 3
Y pronto los mendigos descubrirán la radio-transmisión
En los insectos
Y los negros se chamuscan la piel de los cartílagos
Y todos sabemos que la vida extraterrestre no existe
Y la masturbación es la fuente más preciada de poder
Y sólo los muertos pueden beber el agua del mar.
Ahora que el suicidio es tan solo velocidad
Y que la percepción es una forma de autodestrucción
Y que el universo es líquido
La palabra es la conciencia
De lo posible.
J. M. Sánchez - España - 1978 -
CONVERSACI”N
EN TINIEBLA SOCIAL
la pobreza te dicen es algo despreciable
la ves por la ventana y es bodrio, sólo bodrio
la pobreza te dicen parece un pájaro raquítico
ensombreciendo el claro de tu patio
un niño le pregunta a usted:
øla pobreza, hacia dónde vuela?
usted se rasca la cabeza y no sabe pero siente
que vuela hacia alguna parte
-no estoy aquí para nombrar utopías
la pobreza es repugnante-
un hombre más sabio sabría
que la realidad modela el sueño
así como un dios de piedra
acoge en su regazo
una jauría de lobos
IRRUPCI”N:
A NICE LETTER TO MY LADY
una palabra irrumpe, el sonido
de un beso a través del teléfono
una broma cruel trae la risa
sin abolir la distancia que nos reúne
soy de esa piedra prolífica
que sufraga torpemente en cualquier esquina
a favor de esto o aquello, que dialoga
durante el día y llega a acuerdos
que desgastan su lascivia en medio del oficio
y vuelve cansado a la voz tranquilizadora
que le ofrece una mano y con ello
un cuerpo y tal vez un alma
en mi mente las neuronas
tramitan la saliva de mi amor
sé que ahí ordeñas nubes
y llenas el espacio de fluidos lácteos
con la explosión de una nube en estado salvaje
una voz entonces, una caricia quizás
son suficiente medicina para un hombre
que en el trabajo despilfarra
sus mejores días
de no ser contigo, las tramitaciones de mi mente
sobrepasarían mi cuerpo, vagaría por la misma vida
muchos años, me entregaría a tortuosas
conversaciones en bares de Santiago
resumiría a fin de mes una larga colección
de cuentas impagas y tentaciones
con más de algún peligro
-telepáticamente
no te dejaría ser feliz
IRONÕA-F¡BULA DEL REY Y DEL PE”N
el trabajoso hombre
solo mira hacia adelante
hacia las diagonales destruye
y hacia atrás la memoria
consulta una obstinada lealtad
a quien le dirime la muerte
-porque la muerte es resurrección
-pero de guerrero a reina
es la metafísica del travesti
°somos los trabajadores del país!
acaso para convertirse en reinas
cobardes ante la institución poderosa
el hombre es otra cosa -no debería
contagiarse de esos delirios de peón
porque sólo el rey es poderoso
y avanza lentamente entre tropas
amigas y enemigas: no habla, imparte
de él son los jardines y las mujeres
a él pertenecen los panes y los vinos
sin que melle mayor esfuerzo de esclavo
°oh peones!
pero la nobleza nunca existió
el tablero sólo la inventa
la subversión del tablero es como la subversión
de la tierra
-°oh peones!
qué no diría ese rey humilde
de estos humanos que llenos de lluvia y catástrofe
entre el amor y el trabajo
transitan en la máquina
qué no diría de este mundo
ese rey sin ojos ni sueño ni ganancia
Sergio Madrid Sielfeld - Chile - 1967 - Ha publicado Voz de locura, y co-publicado Retaguardia de la vanguardia y Los novios de Ariadna. Estos textos pertenecen a su libro El universo menos el Sol.
CADAVER PUNTIAGUDO
Cadáver enormemente puntiagudo como un golem
cristo entrecano con olor
a paja
mojada por las lluvias y el sol
sin corona
ni lienzos ni nada
ha vencido la vida no la muerte
lo ha vencido la muerte
muchos muertos y el muerto
principal Todos juntos Los queremos
detener aunque chirríen
todos tienen tierrita en los zapatos
sed
y un recuerdo de haber
pisado el mar
así
les han quitado el reloj de la muñeca
les han brindado
encima Han amado a la mujer
equivocada en la madera
se han pensado azul comiendo peces
han sido buenos
buenos muchachos cuando han matado
son felices
ríen de imbéciles que son
MATERNO-INFANTIL
Wenders estudia la posibilidad de realizar una versión rioplatense de paris texas
se llamaría mouriño durazno
sobre el arroyo carpintería
el personaje principal sería el mismo
travis
interpretado por el mismo actor harry dean
hay algo de tropero
U
esquilador
en el rostro de travis
se parece a uno de mis tíos muertos de cáncer
al finado querido
al temido copetón
no importa el tiempo transcurrido ni el que transcurre
lo que importa
es tratar de calmar este dolor que nos aumenta los nervios de la sangre
lo que realmente importa
es respirar
una bocanada de aire fresco
olvidar que nos estamos muriendo como perros enfermos
el niño sería yo
hunter me decían
en la calle vicente rubino 888
cuando los renacuajos
corrían carreras de regatas para mí
en aquella casa sin adentros
al lado del almacén de elena
la macumbera
una bayana que resultó ser
de las que desean que te pasen cosas malas en la vida
el recuerdo de mí
cuando los niños corríamos detrás de una vieja camioneta fordson
con el hombre murciélago
tirando figuritas a la marchanta
el niño sería yo
jane miraría a los ojos de uno desde su soledad berlinesa
pero haría su trabajo de seducción
sobre la cama
a través del espejo
sería un trabajito de encargo para paliar
el presupuesto familiar
la producción del filme tendría que ceñirse al estado
de mi actual economía de guerra
Elbio Milton Chitaro - Uruguay - 1961 - Texto inédito.
INHABITANTE DE ESTE MUNDO
I
Adiós, devotos del culto de lo cotidiano. Seguid el sendero de su destino, regido por un reloj invencible que ha estallado en mil pedazos. El ritual de la costumbre ha devorado a la catástrofe, y la ha hecho suya, para no quebrar el cristal inmutable de los días, el perpetuo presente que guía nuestros actos, idéntico a sí mismo y diferente de aquel otro presente que supo de un ayer y quiso que un mañana le diera vida. Nada cambia y nadie espera que las cosas cambien. El caos es el orden y el orden es el caos. Todo sea por lo previsible. Adiós, devotos del culto de lo cotidiano. Dormid para siempre, y que la vida se confunda con la muerte.
II
Pronto ha de zarpar este barco moribundo. Mi soledad y yo partiremos en un viaje sin rumbo hacia lo desconocido. No puedo dejar de mirar hacia atrás. Todo lo que he hecho se ha perdido, y me hubiera perdido yo también en el olvido, de no haber despertado de aquel sueño de fango del letargo. Mi mujer ya no es mi mujer. Los hombres no son los mismos. La ciudad es otra. Quién pudiera decirme qué licores he bebido para caer en tan furiosa embriaguez. No lo sé. Voy a descubrirlo.
III
Antaño creía en la noche y el día, en el cielo y el sol, mas luego comprendí que todo es ilusión. Con ojos glaciales he visto, con ojos que no son los míos. Mirad la lluvia incesante, el pantano pestilente, los cadáveres. Increada la luz que aquella tarde se posó sobre un montón de barro. °Oh, diosas! °Oh, dioses! °Qué terrible confusión la de esta raza! Les dais la vida y no la quieren. Les dais la muerte y la rechazan.
Ezequiel Tambornini - Argentina - 1974 - Poema inédito.
Yo que digo todo
que no tengo misterios con nadie
hace tiempo que pienso y no he podido entender
cómo es eso de callarse para parecer interesante
retener la intriga en la mirada de soslayo
como tú, mujer de escasas palabras
Yo que llevo la vida más aburrida de todas
que no salgo de mi encuentro y que vivo
encerrado en un cuerpo sin ritmo y con dos pies izquierdos
te veo ahora saliendo sonriente y feliz
y me doy cuenta de que no nací para estas latitudes tuyas
que el fuego detrás de tus ojos es inextinguible
que los trajes de amianto no los venden en el supermercado
no vine para ti, fui un ejercicio de tedio por un tiempo.
Cambiaron mi corazón por una papa
y es por eso que ahora nada me importa
cambiaría mi oficio por el de un carnicero
un degollador de cerdos gritones
hombre en delantal bañado en sangre
con el corazón vuelto un tubérculo.
Todos estos días me levanto cansado
como consecuencia de este tiempo juntos
malhumorado y sin afeitar salgo a la calle
y me encuentro con la mujer de muchos
en ella veo tus ojos en otras cuencas
en todas tu caminar, el menear de tus cabellos
tú, la que no fuiste, te pareces a todas.
Daniel Pradilla - Venezuela - 1975 - Integrante del grupo de poetas Tokonoma. Editor de Panfleto negro, revista mensual de poesía, narrativa y fotografía. http://www.panfletonegro.com/
Los grandes espejismos
Canto primero
Inicio el viaje a tus pupilas,
al verbo y a la luz que lo habitaba
en aquellos largos inviernos
sembrados de siluetas por la lluvia.
Hacia esas calles confusas y grises
de las grandes ciudades
cubiertas de máscaras indescifrables y tristes
donde borraría los rostros que la brisa dibujara
y los nombres todos,
dispersos aún por las paredes
de los viejos edificios.
Inicio el viaje aquí,
en este rincón del mundo que teje
y desteje el viejo chal de quien espera.
(Todavía hoy,
con nuevos y solemnes vestidos,
los viejos navegantes atraviesan este mar
y aguardan el amanecer sobre sus olas,
siempre despeinadas
por el viento del nordeste.)
Canto Segundo
Si el universo cantara en tus rincones,
como este mar
que canta en tu costado,
rebosante de peces de mil colores serpenteantes
Tibia ilusión de horas deshojadas de recuerdos
y, sin embargo,
alegres y festivas como los atardeceres del verano.
(Era el estío y el hastío que llenaba de voces
los rincones del espejo,
los aposentos todos
cargados de un sopor insoportable,
donde la ciudad desdoblaba su rostro
de cenicienta inmaculada y gris,
como las estatuas de sus próceres.)
øQué caminos cabrían en un corazón hambriento
de luciérnagas?
Canto Tercero
øEn qué costado del mundo dormía tu nombre,
siempre innombrable,
que convoca los grandes espejismos?
øQué sueños sembraban de caricias
la tibieza de tu cuerpo
desnudo y destellante de nuevas marejadas?
…ramos, entonces, exiliados de otras vidas
y, sin embargo, danzas aún sobre la miradas
del insomnio.
øQué hora marcarán ahora los relojes de Bruselas,
tan lejos de este trópico y su mar?
øQué hora tocará el deseo
en el marasmo de una noche convertida
en la nueva fundación del universo,
ya no caos ni remolino,
sino delirios que tantean el gesto apasionado
de esta playa y sus orillas?
øQué música podría evocar
las sombras de esta luz
en este planeta verde y agreste
donde el amor establece sus recintos?
Y, al final, cuántos kilómetros faltarán
para culminar el viaje
que iniciara a tus pupilas,
si siempre regreso a los desvencijados atarcedeceres de la lluvia
y a tus calles despobladas de sus alegres vestiduras,
donde el hambre, aún, sigue asentando
sus dominios.
Pablo Menacho - Panamá - 1960 - Poemas y ensayos suyos, sobre literatura y cultura en general, han sido publicados en libros colectivos, periódicos y revistas nacionales e internacionales. Ha obtenido algunos premios literarios. También ha participado en congresos, encuentros, talleres y conversatorios sobre literatura, y ha realizado dos vídeos documentales: El águila de Azuero (1995) y Los diablos de espejos (2000). Aparece en algunas antologías sobre poesía panameña e hispanoamericana.
Ha publicado los libros: Futuros ejércitos del mundo (1979), Voces en la lluvia (1983) y La sola mar (1989).
la memoria elástica
deberíamos
calcular
aproximadamente
a pérdida de la memoria elástica
que posee
una
de nuestras ideas más livianas
luego de ser arrojada
un número equis de veces
a través de una ventana
cerrada
--
marta entre las cañas
ayer violaron a marta entre las cañas
después la envenenaron con gamexán
le dieron un palazo en el vientre medio hinchado
estaba embarazada
se supo la noticia por dos chicos
que robaban duraznos en los campos vecinos
ricos duraznos (dijeron) dulces grandes duraznos
escucharon un grito y escaparon
corriendo veloces asustados tropezando
dicen los que me contaron que marta no lloraba
ni reía ni hablaba (lo cual no cambia nada)
pero dicen ellos también que probablemente
estire la pata
las cañas son terribles de puro espesas
la noche también cuando las nubes son las que gobiernan
no tan lejos del escenario de estos hechos había un baile
y mientras todos se movían bajo el sensual poder de la cumbia
las cañas (quietas) se mascaban dos pedazos de vida
polvos oros blancos del polvo venimos al polvo nos vamos
matorral mata rata mata cucarachas duraznos cañas
ayer violaron a marta
Fernando Mut - Argentina - 1968 - Tiene dos libros inéditos: Cuarentena (tercer premio del concurso José Pedroni) y La leche de las palabras.
VE, REGRESA
Para hacer bolillos de lodo esta mañana
me basta no tener que hacerlo muy de prisa
no hay manchas de las que
colgar tanto abandono.
Para ser puente que nadie cruzaría
sin mis piernas
sólo me basta seguir el sendero
que los otros eligieron para mí
en sus sueños.
Ve, regresa a tu silencio como de
una batalla que ganaste, dormido.
--
EL VENDEDOR DE BIBLIAS
El cielo cayó sin romperse junto
al toldo de la iglesia vecina
y la brisa lo deshizo como cuervo.
Los piratas que fingen bondad
recogieron las migajas e
inventaron modos de salvación.
Yo me entretuve con juegos
de salvaje carpintería escolar
junto a la iglesia de satanás,
el administrador de una tienda
de biblias donde todavía se hacían
las confesiones inmoderadas
de tantas cosas bellas
que uno se reprocha en privado.
Yo miraba hacia arriba buscando una
respuesta de la lluvia. Pero el sacerdote
era muy sabio con sus cuentos a medio
hacer,
por eso hablaba siempre del perdón
como de agua estancada.
José Alejandro Peña - República Dominicana - 1964 - Reside desde 1995 en los Estados Unidos de América donde edita la revista biling¸e de poesía El Salvaje Refinado. En1986 obtuvo el Premio Nacional de Poesía con su libro El soñado desquite (Edición Orfeo, Biblioteca Nacional, 1986). Otros de sus libros publicados son: Iniciación final (1984); Pasar de sombra (Fundación Amigos del Arte, 1989); Blasfemias de la flauta (Essential Icon Press, Nebraska, 1999) y Mañana, el Paraíso (Xlibris Corporation, Philadelfia, PA, 2000).
Apuntes del subsueño
Dicesé apuntes surrealistas en vena materialista nada común, se siente infrecuente, se le critica con acerba cortedad, la ignorancia. vuelve de los sueños y es esto lo que apunta:
En un garaje mágico una pintada sensacional: "proibido orinar aquí, himnorantes"
Subía las cuestas de las Lomas, a pie y con esfuerzos. La cuesta se empinaba cada vez más y más, hasta que tenía que agarrarse del asfalto con las puras manos, como escalando urbanas y uniformes laderas. A su lado, el lugar común de lo ignorado en latitudes, simbólico misticismo de aquestas cuestas.
Cuando sube se da cuenta que a quien buscaba allí se encontraba. Y le cantó una canción dulce en los labios silentes. Y lloraron. Todo bien, nada más que otro falso recuerdo.
Y la pintada represiva surtió sus efectos, por los tiempos de los tiempos, así fue.
Rafael López Murcia - Honduras - 1971 -
UNO
(Robert Lowell, aeropuerto de Ezeiza, 1962)
øCómo luchar contra la locura,
dolor azul en ninguna y todas partes?
Del mundo ahora apenas puede ver el dorso,
un número seco, la zarza antes de las llamas:
no puede subir desde lo oscuro,
desatar el nudo, calmar el hambre:
hay una aguja que perfora una a una las olas,
un agua salobre y espesa
que llega hasta la boca luego de infinidad de conductos,
un antiguo hedor que no se disipa.
En la palabra, la sutura.
En la razón, cuerpos que no se adhieren a sus sombras,
ecos que resuenan sin origen aparente,
una memoria de infancia, soterrada, transformada en escarcha.
Al sueño sucede una obsesión.
La obsesión precede a la muerte, con precio y sin estética.
Y la muerte tarda, viene a lomo de perro con tres patas.
Quiero empezar todo de nuevo con usted -
dice.
Se lo dice a una desconocida,
como se lo diría, en su desesperación,
a una rueda que no para de girar,
a un evangelio bajo una roca,
a un pez envuelto en pasado y acre.
Y sopla piedad desinflada, apócrifa.
**
Si se respira es por una grieta
en el muro, por un agujero
en la red, por una falla
en la masa que a todo cubre.
Hay relámpago en el pan.
Hay ácido en cada palabra dicha
o callada luego del amor y la lluvia.
Todo se encamina hacia el vacío,
todo se vacía, entre risas y ruidos.
Los niños juegan a la muerte y mueren.
Sólo el viento no muere, sopla
contra una casa vacía
desde la que sin embargo
salen gritos.
Un perro ladra,
tendrá la palabra algún día.
Carlos Barbarito - Argentina - 1955 - Entre otros, publicó los poemarios Poesía quebrada, Teatro de lirios, Páginas del poeta flaco, Parte de entrañas, Bestiario de amor y Desnuda materia. Estos poemas pertenecen a su libro Casa de cadenas.
V…RTIGO
Lenguas de muscular ebullición
bajo un pesado resplandor de aceite
se rondan, se acurvan, se presienten.
Bello lodo con nostalgia de desastre.
Debajo de esa piel no hay alma, no la hubo, no hace falta:
animales que se amoldan
y besan y muerden y contemplan;
se amurallan, se vigilan.
Debajo de esa piel debida,
de vida, se colindan, se tejen, se rezuman.
Debajo de ese polvo
apestan, se devoran, se vacían.
Tan semejante danza de suavidad y sed
sobre un grumo de desorden. Tensos
espectros de una cuerda.
Debajo de esa miel la muerte, la peonza sobre el vidrio.
Su lugar está aquí (digamos aquí), rápida rienda del giro.
La eternidad es tibia, breve como esta carne
que se desangra y duerme.
La herida del éxtasis repite
la risa de su corazón vacío
y caen hacia la vida lentamente
con las garras frías,
con el hambre abierta,
los limos animales que están solos
como todas las cosas de la tierra.
--
NADIR
A dónde van las cosas que nos duelen,
las que vivimos así, calladamente,
contando nuestros pasos que se borran.
El muro, una ventana, la canción,
nada importante,
la misma calle, el mismo techo, la misma sombra.
A dónde van
cualquier tarde esas imágenes que aran
hasta el último rincón de lo que somos,
y queman y arden y no hablan.
Qué pobre es el dolor si lo inundan
de gavetas, filigranas o preguntas,
si lo explican.
No se curva
el dolor sobre su lámpara, no pasa
por el umbral de las palabras.
Es sedoso rumor bajo el candil del esqueleto,
cangrejo hambriento que se entierra
en la arena púrpura del alma.
Y a dónde va, igual, toda esa mancha
del dolor que empapa
la hierba, la herrumbre, las baldosas
y el breve riel de las miradas.
A dónde van las cosas
que traemos en un pozo, en la huella de los dedos,
los gritos del espanto y el amor y la tristeza
que nos curva. Sólo cosas
limitadas, nuestras, quietas
y casi ofrendas, irremediables,
viejas.
A dónde van entonces que nos duelen
como un crujido de brasas en la noche,
como un asombro de pájaros y rezos.
Una herida que pasa súbita
al otro lado de la carne.
O sólo duele la pobre, pobre maravilla
que se aleja en su viento de detalles,
el truco triste de su apenas, muda
y miserable, duele toda, todavía.
A dónde va la sombra de las cosas, el vaho
de la tibieza negra en el cristal
de la emoción bajo las cosas.
A dónde va el prodigio, ese ver
de pronto
el afilado fuego, la serpiente
a los pies de una diosa de madera.
Ese ver
que sólo es aire, rastro,
música de huellas.
Ese tocar de pronto
algo como
una honda, honda grieta
debajo de este mundo.
Jorge Fernández Granados - México - 1965 - Sus libros más recientes son Resurrección (Aldus, 1995), El cristal (Era, 2000) y Los hábitos de la ceniza (Joaquín Mortiz, 2000); así como el volumen de cuentos El cartógrafo (CONACULTA, 1996). En 1995 obtuvo el premio de poesía Jaime Sabines y en 2000 el Aguascalientes.
la amarga satisfacción
de una gran venganza
se extiende
sobre la tierra
una sombra
oculta el cielo
cae una lluvia
de ventanas cerradas
por las calles desiertas
detrás de los cristales
un joven mira
la pared
del otro lado
y entiende que es parte de ella
(el mundo
es el medio
en el que alguna vez
empezamos a vengarnos)
..................................
nos han
enseñado
a levantar distancias
con palabras
de alguna
forma
sin darnos
cuenta
contra la pared del mundo
y la calle intransitable
de la noche
viendo hacia arriba
nos han dicho
que el cielo está aquí
abajo
y lo hemos creído
sin preguntarnos...
detrás de las ventanas
una mujer
desnuda
despierta
y no sabe
por qué no duerme...
detrás de las ventanas
una mujer
contempla la ciudad
pero
después de muchos cielos
nublados
empezamos a dudar
y un día ya no entiendes
nada
un día sacas un arma
y miras hacia abajo
y te das en la cabeza
entonces
las palabras se terminan
en la calle del mundo
un poeta contempla
los restos de un héroe
urbano
y siente envidia
y escribe esto
Soren Vargas - Costa Rica - 1981 - Textos inéditos.
La sublime sensación de no sentir nada
Era de veces cuando sentime derrumbar.
Era de veces cuando Aquiles era una broma
Y parecía doblarme por completo ante la irresistible misericordia
De Nuestra Señora de la Gravedad.
Apoyado con una mano en mi zaina alma
Y con mis 3 dedos restantes sumidos en la frágil
Y sutil médula de los pilares de la inconsciencia
(Fénix invertido)
Desfallecía.
Aburrimiento de mierda,
Sopor de serpientes,
La sublime sensación de no sentir nada.
Los pilares que alguna vez sujetaron
El raso falso de la monotonía desnuda.
La concertación de un Zen sin motivo aparente,
La canalización de la vaguedad interior o exterior (que más da).
De adentro hacia fuera, de arriba abajo, poco importa
El templo a caído rato hace
Pero los malditos cimientos se recogen, se multiplican
Se reconstruyen
Y protégenme de la aridez mundana, de la ignominia absurda
Propia de los Super-Ustedes.
Gastro Solar
øHas sentido alguna vez ser devorado
Alguna vez siquiera
Por aquel candor insoportable
Por aquella caníbal llama de sardónica expresión
Que de un astro incrustado (crustáceo divino)
En tu locura inventada, imaginada
Sin manos mas con soez boca
Se desprende de tu expresión adolorida?
El ardiente estómago del astro rey
Escondido, cobarde
Parapetado tras mantos de constante vigilia
Nos procesa con sus jugos ambarinos.
(El desierto de una puta existencia)
Te encuentras de pronto solo ante el hambre heféstico
En pelotas y sudando.
Caes sin parar por el tubo de la desesperación amarilla
Humeante, e inmisericorde.
Túnez, Argelia y Egipto son una broma de salón
Yo fui digerido por el sol.
Alberto Javier Onetto - Chile - 1981 - Poemas del libro inédito ⁄ltima estación: Gólgota.
De las palabras
Estos breves objetos
que andan sobre el silencio
como hormigas sobre la mesa
con qué decir esta boca es mía,
o decir estuve de pie una vez,
bien de pie pero mal herido
sobre la tierra;
objetos con qué lanzar
piedras al estanque,
o esas piedras
cayendo en minúscula explosión
al estanque
de la memoria,
aquel día detenido en esta mancha
ligera y breve como los días;
esos días diminutos diciendo a voz en cuello
su pequeño niño
sin voz
sin cuello,
con hambre de hierba voraz creciendo
hacia atrás,
o esa hambre
de ese niño
entre las piedras,
las palabras.
Poema indolente
Dado un hombre cualquiera apostado en una esquina
cualquiera de una ciudad cualquiera,
y dado un objeto cualquiera de considerable peso
suspendido entre las manos de ese hombre,
y dado un segundo hombre que en sentido contrario
avanza recordando en su corazón una canción
cualquiera,
y dado que llegado a cierta distancia recibe en la
cabeza el peso considerable de ese objeto cualquiera
que arrojara sobre él
el primer hombre que le aguardó durante horas
apostado en la esquina,
y dado que un tercero lo observa todo apoyado en un
portal mientras masca con sincera fruición un
mondadientes,
y dado que finalmente los tres se consumirán en un
instante
y desaparecerán para siempre después de esto
escribo este poema para algo más persistente como la
lluvia que empieza a diluir
esas tres sombras sobre el asfalto.
John Fitzgerald Torres - Colombia - 1964 - Narrador y poeta. Publicó en poesía La camisa en llamas (1987), En el centro de la hoguera (1990) y Palabras de más (Ed. Magisterio, 1998), libro al que pertenecen estos textos.
Tres árboles
(invocación en la muerte de mis hermanos)
Señor
de los tres dejas el de tronco
menos fuerte
el de frutos tardíos
el de más débil fronda
Afianza mis raíces
cuida mi savia
permite que lleguen pájaros
y que canten
para que los que vengan
disfruten de mi sombra
Robinson Quintero - Colombia - 1959 - Publicó De viaje (1994). Este texto aparece en la antología Postal de fin de siglo: poesía colombiana actual (selección y notas de Armando Rodríguez Ballesteros, Kolibro, 1995)
QU… DIERA AL mediodía por no ser yo
fijarme en otras cosas
desentrañar con garfios las íntimas razones
de que esta resolana abra cuchillos
sobre la plaza pública
explicar aquel traje que avanza
contra la voluntad obesa de su dueño
la risa desmontable del globero
la cicatriz humanizando apenas
el muslo acitronado de la recepcionista
Qué diera lo que resta de la tarde
por un ojo de mosca
multiplicado obsceno vouyerista
de ajenas percepciones
que polizón me diera una conciencia
nunca antes martajada
-por ejemplo la mía
Pero no tengo sino esta vista gorda
algo como ambición de caballo placero
unos zapatos grises que renuncian
cada trescientos días
una barba postiza este cuaderno
y un billete doblado en cuatro partes
dormitando la inocencia entre los senos
de alguna persuasible
que pagará la cuenta
--
NADA HOSTIGA AL papel esta mañana
No hay un gris melodramático ni demasiado frío
ni ganas de salir Pero tus manos Las puertas
del armario enronquecieron Cepillo violinista
la hilera de incisivos Aún noviembre Reniego
cinco veces de camisa Un manojo plátanos
Tu ausencia La ropa se amontona en los pretiles
Mejor una galleta Una revista de cutis mejorado
Pasa el camión del gas El escritorio arriba
es un deshuesadero Me observa el papel niño
El sol tiñó persianas en mi nuca Somnolencia
Entre la tabla y mi nariz con suerte haya un versículo
Rumio el postre mirando la banqueta Tu espalda
pero no Cernuda Manrique y el código civil preludian
la modorra Mi barba se destiñe y caen dos versos
que tacho avergonzado Tu piel vuelta collage
sobre el naranja En una habitación mi hermana llora
cuando suena el teléfono Mejor música celta
Tu boca pero no Mis padres conmemoran
la hazaña de estar juntos Contando la portada
llego a la foja seis de cuatro libros Ya es diciembre
El foco me hace bizcos Se distingue lejana
una ambulancia Tu rostro finaliza este poema
Román Luján - México - - Textos inéditos. Publicó Instrucciones para hacerse el valiente (CONACULTA-CECUT, 1999).
Heman
Hoy construí de nuevo al héroe que no sabe defenderse solo.
Ese que tiene nariz de cangrejo y huele a Odolito.
Que me emociona hasta las lágrimas cuando se enfurece
y la pechera no le deja atarse los cordones.
Que mira fijo
para otro lado
y habla con desprecio
por las palabras.
Mirá si serás tonto dijiste desatando una implosión
de mil pompas con el botón de mi nariz.
Y empecé a desarmarme.
A caerme a pedazos
como un rasti mal armado.
Desoleado
Existen miradas tristes desde atardeceres sin ninguno de esos sabores.
Hay cosas que las carretas no pueden llegar
y rachas que duran nunca.
Un pedacito que no cabe en un instante y ha llenado mis días últimamente.
La marea sin la superficie, sin las olas.
Como es que puedo pensarte sin tiempo y arena entre los dedos.
Sus
Unas de esas piernas que se doblan al revés,
que se alejan cuando vas
como vistas en el espejo retrovisor,
me dejó pensando en cuchillos.
Y al doblar la esquina me hice
una pila de filetes desordenados
como naipes barajados
por manos inexpertas.
Se fue con unos de esos pies que no dejan huellas.
Me quedé con nada que guardar celosamente
repitiendo como un pendejito
no me dolió.
Pablo Saffarano - Argentina - 1970 - Poemas inéditos
Ha venido mi amigo Fabio
a ver la construcción
de la casa,
hace muchos gestos
de exclamación y preguntas.
Yo, trato de
explicarle cada cosa.
Luego, me abraza
felicitándome y
se despide.
Va pensando que es
una casa
muy ostentosa para
un simple poeta, una
casa muy simple para
un poeta ostentoso.
--
CELEBRIEDAD (fragmento)
"cuando no ando en las nubes
ando como perdido"
Un borracho es una noche trizada sus cristales
es un cristal tirado bocabajo
es un poste con el foco encendido
es un disco hablando del suicidio
es un torturador triturando los testículos del lenguaje
es una cantina con sus putas y ladronzuelos
es una botella destapándose en la cabeza
un borracho es una mujer azul
øte gustan las mujeres azules?
Dylan Thomas fue un buen borracho
se salió de la clínica a tomar 18 wiskys seguidos
las mujeres azules vagan en las noches sin niebla
øte gustan las mujeres azules?
el Marco es buen borracho
dice que está cuerdo de remate
una mujer azul es un niño haciendo volar su cometa
las cometas son velas encendidas
øte gustan los cometas?
ellas invaden los sueños vestidas de lila
corren por las veredas tropezándose con la luna
incendian las noches en sitios estratégicos
violan el recuerdo refugiándose en los poemas
øte gustan los borrachos?
una mujer azul es una niña chorreándole su helado
es una flor de donde salen gigantes perfumados
es una ciudad con sus túneles y avenidas
es un cuadro amarillo de un loco
es un ángel con las alas rotas
el Marco es buen poeta nos rompió el alma
un borracho es cristo resucitando
cristo es una puerta abierta
una puerta es una canción de bob marley
bob marley es un perrito orinando en el poste
un poste es un borracho con el foco encendido -ya dije-
øya dije te gustan las mujeres azules?
azules sus pétalos
pétalos sus ojos
ojos negros transparentes
transparentes sus pechos
sus pechos de luna
luna de cuarto menguante
øte gustan los borrachos?
Edwin Madrid - Ecuador - 1961 - Textos de Puertas abiertas (Ed. Eskeletra, 2001; ed. Biling¸e, trad. De Carlos Reyes) y de Celebriedad (Secretaría Nacional de Comunicación Social, 1991). Dirige la revista Línea Imaginaria.
La sombra de mi mano derecha
es una mano izquierda
lo que escribo
alguien lo escribe desde dentro del papel,
la punta de su lápiz contra el mío.
Me gustaría saber qué piensa ése.
Me gustaría saber cómo es que suenan
esos versos que corren al revés
rumbo al Oeste de un mundo inclinado.
--
A MEDIANOCHE
A medianoche, la luna
alta sobre el lago
entre juncos de inspiración chinesca:
pero yo no la veo,
estoy dormido.
--
A UN POETA PERUANO
Te tomaste el trabajo de juntar
cada sustantivo con un adjetivo
adecuado, poético: "lánguido follaje",
"veredas solitarias" y hablando
de los chicos "jilgueros traviesos".
No quedó nada opaco, nada inútil,
nada que se resista a la interpretación.
Si Dios hubiera fabricado el mundo
con tu sistema, hubiera demorado
más del doble y el resultado no valdría
ni la mitad.
Y sin embargo, de tus versos
algo me queda en la cabeza:
el modo de crujir, machacar
el tiempo real cuando caminan.
Daniel Samoilovich - Argentina - 1949 - Entre otros, publicó Párpado, El mago y La ansiedad perfecta. Estos poemas pertenecen a Superficies iluminadas (Hiperión, 1996). Desde 1996 dirige el periódico trimestral Diario de Poesía.
Lugar
Lugar,
es el nombre del animal más grande de la tierra.
Hay quienes aprovechan su sombra y no saben que existe.
O beben su saliva y lo confunden con un río.
O duermen en los huecos que dejan sus pezuñas en la tierra,
y piensan que la tierra es así.
Los exiliados cargan sus pedazos de tiempo.
Otros calvan zapatos en el barro.
Hay ciegos que cambiaron la vista por una certidumbre.
Algún dios carpintero que fabricaba muebles repite
la sentencia:
"Un lugar para cada cosa, y cada cosa en su lugar".
Pero los desaparecidos, ødónde están?
Si el nombre que los nombra parece un chupadero.
Todo es ajeno aquí.
Somos los extranjeros de un lugar que era nuestro.
El deseo escribe en un libro sin hojas.
Alguien se prende fuego envuelto en un secreto.
Hay quienes buscan que el amor les corrija la rabia.
Otros rezan, divisan un lugar después de este lugar.
Está el que desespera:
"si el animal ocupa tanto espacio, øpor qué no puedo verlo?"
Unos pocos eligen atravesar un sueño para llegar
a un sueño.
°Ah, si el silencio dijera sus lugares!
Ahora, cada baldosa es un campo de caza.
En días por venir, alguien
escarbará en las preguntas hasta desenterrar
un fémur,
algún diente de lo que fue un lugar.
Pero no en esta casa con un piso de viento.,aquí nadie se mueve, ha llegado el gran día.
Reparte un desierto entre todos los hombres.
Jorge Boccanera - Argentina - 1952 - Entre otros, publicó Los espantapájaros suicidas, Polvo para morder y Sordomuda. Este texto inédito fue tomado de la revista Kasandra #10. Jorge ganó el Premio Casa de las Américas en 1976 con el poemario Contraseña.
NOTICIAS DE CASA
Estamos bien
al mediodía
doy de comer añicos plateados y calientes
beso tu sangre y tengo así la boca pintada
y todo lo que digo me viene de tus venas
yo voy bruñendo el aire por la casa
voy frotando
frotando
frotando
el relicario hirviente de tu nombre
el dardo de Caín que me retuerce
estamos bien y tengo la mirada partida
y todo lo que como es el plato de tu muerte
--
CARTA DEL DON
La carta, jadeante,
me acuclilló en el charco rocicler
del corazón.
La carta
se humedece las manos,
sacude de mi frente el lebrel de la agonía.
Yo te bendigo, dice
y hunde su lengua de papel
entre mis belfos helados.
Me vuelca sobre el suelo, sudorosa
y sopla
con letras negras: yo te bendigo,
brindo
por este vaso tu preñez.
La carta dice cosas a mi cuerpo
y es como un beso largo que me incita a llorar.
Recompone
su corona de hierbas.
Hunde su dedo índice
en mi vientre de paño,
donde mi embrión refulge
como el grano de la luz.
La carta se marcha
como los dioses griegos.
Deja tirada a una mujer
a merced de los lobos
dorados de su dicha
sin saber si cantar,
si romper el aire
el rosetón de vidrio de su risa.
Está propensa al llanto.
La carta
deja tirada a una mujer que lame
su péndulo de luces
contra la oscuridad.
Ana Istarú - Costa Rica - 1960 - Poeta, dramaturga y actriz. En poesía ha publicado Palabra nueva (1975), Poemas para un día cualquiera (1977), Poemas abiertos y otros amaneceres (1980), La estación de fiebre (Premio Latinoamericano EDUCA 1983), La muerte y otros efímeros agravios (1988) y Verbo Madre (1996). La colección Visor de Poesía publicó parte de su obra en 1991. Como actriz y dramaturga ha ganado distinciones dentro y fuera del país. Estos textos aparecen en Verbo Madre.
LOS OCIOS DEL PINTOR
Cuando en el desprecio de
su propio ocio, el pintor se
destaca de los suyos - integra
un grupo aparte: bizarro
transpone quincallas
bagatelas, carantoñas
centelleos a la tela
sobrepuja a todos - es
entonces casi un otro
: turbulento, enfático, roto
por los espejos del estudio
con el crayon se intima
pinta, ignora aplausos
tiene cerrada la vidriera
al caer de la tarde con
sus bienes y males
--
FIGURA VOLADORA
a Louise Bourgeois
Ambigua como todo
aquende la ventana
En el decurso siempre
otra cosa dice del
fondo como cada
uno acostumbra ser
en pilas al borde del
murmullo plausible
Saliva urdida en
lameduras lentas
Así tan llenas
inyecciones de vida
--
EL MOMENTO PERFECTO
a Robert Mapplethorpe
A despecho de
cosas tan crudas
el día amenaza
comenzar así -
en un crujir
de dientes -
sin más
ni menos
Jorge Lucio de Campos - Brasil - 1958 - En poesía ha publicado Arcangelo (1991), Speculum (1993), Belveder (Diadorim/UNESA, 1994), A Dor da Linguagem (Sette Letras, 1996), ¿ Maneira Negra (Sette Letras, 1997).
Se llora hacia adentro,
las lágrimas
por la garganta.
--
Hoy pasé por el pueblo de nuestro sueño.
No era nuestro pueblo.
Héctor Burke - Costa Rica - 1955 - De su libro La espiral del helecho (Ed. Alambique, 1996). Poeta y pintor de reconocida trayectoria en Costa Rica.
Nuestro
el privilegio
de interrogar
y hacernos daño.
--
Las cosas
dejaron de ser
milagros.
Sus nombres
se han borrado.
Como ruinas
se abren
lluvia
que nadie necesita.
--
El agua
sobrevive
a todas las palabras.
Francisco Rodríguez - Costa Rica - 1956 - Poemas de su libro Sobrevivencia del agua (Ed. Alambique, 1996).
Brillos
La verdad rebota en el patio
de un pe hache prestado:
un haz rectangular,
amarillo, encuadra plantas verdes
y tierra húmeda
en macetas oscuras, diciembre
veinticinco, tres de la tarde: ella
prepara el té, corta el zumbido de la heladera
con ruidos amables, claros: loza y loza
o el agua hervida que ahora completa
humeando una taza
y un aroma empieza a trepar en el vapor,
mezclándose,
a ver si comprendemos.
Damián Ríos - Argentina - 1969 - Texto inédito. Publicó el poemario La pasión del novelista (Ed. del Diego, 1998) y la novelita Habrá que poner la luz (Ed. del Diego, 1999).
EL CIELO, UNA CORNEJA
El cielo ya no está tan bajo como
el jueves de la crucifixión anterior
cuando hasta los niños de mi edad
podían tocarlo casi con mi mano
no ya la luz, el misterio colgando
de mi ventana como un trapo viejo
de Van Gogh
el infinito sólo tiene falsas puertas
de acceso, y un hall vengativo
hacia Dios
pero no tiene sangre de camello
para cruzar el desierto
ni tanta piedad que hiela doce vasos
de sed.
Bebemos el cielo rojo que vomitan
las aves del paraíso que cada hombre
anhelaría con tal desprecio simultáneo
si en el estuche de sus almas alguna
impaciencia se transformara en
espejito de amaranto
simulando un ascenso inaudible
de áspid manso
los ángeles rugen dentro de las botellas
de vino a las que todos, por turno,
venimos a orinar.
José Alejandro Peña - República Dominicana - 1964 - Reside desde 1995 en los Estados Unidos de América donde edita la revista biling¸e de poesía El Salvaje Refinado. En1986 obtuvo el Premio Nacional de Poesía con su libro El soñado desquite (Edición Orfeo, Biblioteca Nacional, 1986). Otros de sus libros publicados son: Iniciación final (1984); Pasar de sombra (Fundación Amigos del Arte, 1989); Blasfemias de la flauta (Essential Icon Press, Nebraska, 1999) y Tomorrow, the Paradise (Xlibris Corporation, Philadelfia, PA, 2000). Este poema pertenece al último libro, cuya versión en castellano está aún inédita.
El peluquero
Sólo ante un dios inclina uno la cabeza
y cierra confiado los ojos
Sólo ante un dios entrega uno sus pensamientos
indefenso y sin miedo
El poema es el oficio de las manos del hombre
Un dios sostiene firme el pulso del peluquero
Robinson Quintero - Colombia - 1959 - Este texto aparece en la antología Postal de fin de siglo: poesía colombiana actual (selección y notas de Armando Rodríguez Ballesteros, Kolibro, 1995)
Invocación
Las horas caen plomizas sobre el barrio
Poniendo trémulas las ramas de los alisos
Le ha venido un mal día a mis palabras
Un tiempo pésimo a mis venas
Y me ha parecido ver a la muerte
Espiando entre las rendijas
Vendría bien hoy la voz de vikingo de mi abuelo
Para que oigan estos muros sus improperios
Sus sabias historias
Es el día propicio para volver a sentir
Su mano gigantesca sobre mi cabeza como
alivio a la incertidumbre
A lo mejor esta vez iré con él
Y dejaré que me enseñe
A comportarme en su casa
bajo la tierra.
Armando Rodríguez Ballesteros - Colombia - 1956 - Publicó Presagios y migraciones (1986), Lubros (1988), Postal de fin de siglo: antología de poesía colombiana (Kolibro Editores, 1995). Este poema pertenece a su libro Ojos de ritual (Kolibro Editores, 1997).
Atrás
Cómo volaban esta tarde los pájaros, gritaban
volando en círculos por encima del pueblo,
desde las terrazas los mirábamos, desde las flores, sin hablar.
øQué voz compite
con mil graznidos, noria invisible infernal?
Mi vida se resume en los cuatro objetos que hay sobre esa
mesa; ocurre sin embargo que no me interesa el
resumen sino
la versión íntegra salvo que se me ofrezca una corregida
y aumentada pero no es el caso.
Mirar atrás,
aprovechar estos y otros azares para mirar atrás,
porque es la única dirección en la que se ve algo
digno de contarse.
Mariano Peyrou - España - 1971 - De su libro La voluntad del equilibrio (Fund. María del Villar, 2000).
Existen gestos en la naturaleza
cuya belleza no se puede explicar.
øPara qué existe la Belleza?
Descanso mis fatigados miembros
cuando me hago esta pregunta.
El sillón es blando
y el televisor emite un documental sobre las especies.
Veo un par de nutrias girando sobre sí mismas
øqué las induce a realizar esos movimientos innecesarios?
Veo cómo colocan un grano de arena dentro de una ostra.
Explican que al cabo de unos años
la ostra habrá recubierto aquélla molestia
con una valiosa capa de nácar.
Miles de ostras viven tranquilamente.
Mientras que otras llevan dentro algo que las inquieta.
Esas dan una perla.
Sergio Pángaro - Argentina - 1965 - Del libro Señores chinos (Ediciones El broche, 1999). Sergio es compositor y cantante del grupo Baccarat.
CHAGRIN DíAMOUR
No hay estrellas fugaces ni horizontes.
La tierra inmóvil ve cómo el Sol muere
olvidando marcar días y noches.
La Luna es una cara oscura. Duerme.
Después de primaveras no hay veranos.
Mayo es glacial y abate la turgencia
tallando un verde intrínseco y ajado.
Los aromas, antígenos de alergia.
Todo es lo que parece. Nada existe.
Esther Giménez - España - 1979 - De su libro debut Mar de Pafos (Hiperión, 2000), ganador ex Êquo del XV Premio de Poesía Hiperión.
VIDRIO, ALDABA
I
Deshoja un vidrio. Cuenta cuántos
pétalos transparentes
tiene una flor tan dura.
Deshójalo. Quiébralo. Desliza
tus venas por el tallo. Entre los filos.
Te inundará la luz, la savia
del vidrio libre
de la flor quebrada.
II
Las aldabas no se deshacen.
Son flores recias como el tiempo.
El mundo está detrás.
Llama.
Penetra.
Rafael Courtoisie - Uruguay - 1958 - Escritor y ensayista. Publicó además de numerosos libros de narrativa, los poemarios Tiro de gracia (Montevideo, 1981, Premio de la Feria Nacional del Libro); Textura (Plural, México, 1991, Premio Internacional de Poesía Plural); Estado sólido (Visor, Madrid, 1996, Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe) y Umbría (Eclepsidra, Caracas, 1999), entre otros. Texto inédito en exclusiva para LAA.
PADRE
I- ARENA INFLAMADA
Mi padre es:
un arabesco
en mi vida.
Ondula, sufre y permanece.
Yo lo amo
como el hada
a sus flores transparentes.
II- ADEMANES DE UN CUERPO QUE NO PUEDO DESCIFRAR
Padre
que estás
en el sillón
entre el sol y la luna:
øA dónde nos llevan
tus enloquecidos ademanes?
øNo te das cuenta?
Yo creo que tu alma está tiesa.
Y es muy extraño:
pero tu piel
ya no alcanza
para cubrir tu cuerpo.
III- ERMITA
Esas manchas en la piel de mi padre:
øQue cla-
se de abejas,
en otra Era fueron
habitan-
tes de húmedas ermitas?
Selva Dipasquale - Argentina - 1968 - La trilogía "Padre" pertenece al libro Camaleón (Editorial Tsé Tsé, 1998). En 1994 publicó la plaqueta de poemas Teoría de la ubicación en el espacio, con el grupo Seis Sellos. Parte de su obra está incluida en diversas antologías de poesía en Argentina.
Encuentro en un elevador
Sólo nosotros dos entramos en el elevador.
Nos miramos sin pensar en nada más.
Dos vidas, un momento, plenitud, beatitud.
Ella bajó en el quinto piso y yo, que iba más arriba,
supe que no volvería a verla jamás,
que nos habíamos encontrado en la vida sólo una vez,
que si la siguiera sería como un muerto,
y si ella volviese a mí
sería del otro mundo.
Vladimir Holan - República Checa - 1905-1980 - Considerado el gran poeta checo del siglo XX. Publicó, entre otros, Abanico en delirio (1926), El triunfo de la muerte (1930), Trueno (1940) y Soldados del Ejército Rojo (1947). Este poema pertenece al libro La gruta de las palabras (UAM, 1991; versiones de José Emilio Pacheco).
Asombro
øPor qué demasiado una persona?
øEsta y no otra? øY qué hago yo aquí?
øUn día que es martes? øEn casa y no en un nido?
øEn piel y no en una cáscara? øCon un rostro y no una hoja?
øPor qué sólo una vez personalmente?
øPrecisamente en la tierra? øJunto a la pequeña estrella?
øDespués de tantas eras de ausencia?
Wislawa Szymborska - Polonia - 1923 - Este poema, publicado en 1972, fue tomado de la recopilación El gran número, Fin y principio y otros poemas (Hiperión, 1997). Traducción de Elzbieta Bortkiewicz. Szymborska ganó el Premio Nobel de Literatura en 1996.
Exilio
Qué será de nuestra casa mañana
vacía de tic - tacs
sin aire
ni incienso
sólo relámpagos
llamando la lluvia
en las montañas
donde medimos
el tiempo.
Gloria Díaz Salom - Colombia - - Ha publicado los libros de poemas Cuestión de piel (1997) y Rituales de la sangre (1999). Ha sido incluida en las antologías Taller de Poesía, Universidad Externado de Colombia, 1997, Bogotá, y Poemas de Contracartel, Bogotá, 2000.
transformaciones
un relámpago en el final del verano
es el comienzo de un verbo/
anunciación desde la memoria
la noche solamente refleja la primera desnudez
de quien se asoma a la ventana
poseído por los gritos en la capital del dolor/
mientras los amantes
regresan con furias y nuevos asombros
amar
parece ser un secreto de los inmensos soles.
--
IX
Francois Villon sintió en la huida la salvación
y del otro lado la opacidad/ los diálogos inútiles
øaún así se huye?
ninguna sombra detendrá la eternidad
la alegría del sentido de la vida
las costumbres alimentando los estridentes abrazos
el poeta es un cuerpo que se ilumina/
una imagen nueva que surge y regresa esencial
y todo perdura
hasta las estrellas serenas.
Pablo Montanaro - Argentina - 1964 - Ha publicado los libros de poemas El fin vendrá a su tiempo (1988), El relámpago de su mirada (1992), Ella (1994), Tiempos jamás dibujados (1995) y la plaqueta Oleajes (1999). Es autor de Palabra de Gelman. En entrevistas y notas periodísticas (1998). En la actualidad dirige la revista de poesía La Guillotina.
Consideraciones para la construcción de un puente
Las piedras de los puentes
han de ser ligeras:
conceptos, palabras, materia referida;
la estructura general irresoluble y vaga:
si nadie ve dos veces el mismo río,
nadie verá dos veces el mismo puente.
Aboliremos de los arcos
toda nostalgia, toda afección humana.
La elección del trayecto
será arbitraria y personal,
también el tiempo destinado:
los puentes no satisfacen
jamás un orden,
no se proponen nada,
un camino que va
es un camino que regresa.
Jose Martín Carmona - España - -
Las paredes
o los féretros
que junta entonces
se advierte?
La adversidad:
amaría y odiaría hasta que mi muerte
la mía muerte?
entonces, se advierte la juntura?
Allá o acá pareciera
pero no lo es
impresiones
me impresiona
volver
N om e dej en-en paz.
siento
un minuto: respiro
irremiadiable
alguna vez
podré
caber
por una callecita
semejante
Maria Laura Hernández - Argentina - 1981 - Texto inédito
Cosas dentro de otra cosa
i
Soy una cosa
voy a dejar sin mí
las otras cosas
voy a dejar de repetir
las cosas
debajo de la luna
cuando amaine.
No contaré
los gramos de lo hermoso
ni moleré
ni iluminaré
ni contendré lo duro
de las cosas.
Mi sed
mi hambre
mi frío
son pequeñas
cosas dentro de otra cosa
y morirán.
ii
Como anoche
como antes de anoche
como todo el verano vino la noche
y puso
algo dentro mío
a echarse.
iii
Ahora
la luz de la luna hace visibles
ciertas ramas del pino.
Pronto se van a borrar
como la sombra
de un cuerpo en otro cuerpo
demasiado cercano.
iv
La última luz
ya dejó el agua.
El agua
toma mi cuerpo
como un himen
constante
y tiene sesgos que
me tocan
a veces.
v
Escucho un sapo.
No puedo hablar por otro:
yo
lo escucho.
Y puedo unirme
a algo.
vi
Al menos las cosas sujetas de un extremo
parecen vivas hoy.
No sé por qué
lo veo
y creo en mi silencio
como un germen.
vii
Una noche
termina.
Nada de esperar
la sombra de un minuto.
Una noche
y otra.
Algo ya muerto.
Conocido.
viii
Ahora contra el cielo oscuro las ramas son más duras
y el aire que mueve los sonidos es veloz.
Miro siempre la misma
columna de estrellas en el sur.
Pienso
que si algo hubiera cambiado lo sabría.
ix
El tiempo tiene sus dulces casas
y tiene sus pausas
al sereno.
Ceso.
Palpo aquello que se ha quedado haciéndose.
x
El aire fino
hace algo con la luz.
La traiciona.
Señala, casi
un lugar.
Sostiene
nuestro cuerpo difuso.
Su paso.
xi
Busco el sol
como una moribunda
y el viento es otro cuerpo
que cesa.
Pasa
la sombra de algo que fue alegre.
El silencio hace lugar
despacio.
xii
La luz cerca al insecto.
Hace de él
una gran sombra.
La luz
entorpecida
abarca todo.
xiii
Un pájaro
de las mañanas frescas
canta.
Jura
sobre el otoño
que vivo.
xiv
El día
baja.
Pasan las cosas
fugazmente doradas
y los sonidos
sordos
detenidos.
xv
Entera.
Como el agua
que es una sola
herida.
Que implota
muda.
Que es mirada
y nadie diría que transcurre.
Así, sin grandes golpes.
Es el día.
La única jornada.
Entre sus polos
agua.
La misma.
La
finita.
Carina Sedevich - Argentina - 1972 - Inédito.
DIE FAHRENDEN II (AMBULANTES)
La lluvia no es lugar. Nada sabe a nosotras
fuera del recipiente de la carne.
)Alzar? )Alzarse? Nunca.
El fulgor de una pluma nos volvería de agua.
Aún nos quedan las manos.
La carne cabe en ellas.
LA LEVEDAD I
Ligera,
y más ligera aún para la muerte,
la levedad
es un arco imposible.
Espesor de un silencio
que no desciende al nombre del silencio.
Espesor de lo alzado
la levedad:
un peso que no sangra.
FRIEDHOF: ¡RBOLES DE LA VIDA
No eran hermosos.
Su sucia luz, sus lenguas
eran lascas de historia.
Hablaban de las cosas,
de su inocente y mansa opacidad.
Oh árboles de la vida,
no eran hermosos. No
sabían mirar la transparencia.
Juan Manuel Rodríguez Tobal - España - 1962 - Es autor de las traducciones Poemas y fragmentos de Safo (Ed. Hiperión, Madrid, 1990), Poesía completa de Catulo (Ed. Hiperión, Madrid, 1991), Arte de amar de Ovidio (Ed. Hiperión, Madrid, 1999) y Poemas y fragmentos de Anacreonte (Pavesas, Hojas de poesía, Segovia 2001). Como poeta ha publicado el libro Dentro del aire (Algaida Editores, Sevilla, 1999) y el cuaderno poético Grillos (Ed. Lucerna, Zamora, 2000).
NIGHTSWIMMING
Formas del olvido mueven
los pies de los nadadores nocturnos.
Su lenguaje es el de las viejas constelaciones,
los cuatro versos de la rosa de los vientos.
Rasgan la superficie de los ríos
mientras el tiempo actúa a su favor
y sutiles sonidos alejan el silencio.
El primer requisito es hacerse innecesario,
pesar poco.
LA CAÕDA
Me levanto llevándome
las manos a la cabeza.
No me acuerdo de nada
pero no noto que me falten cosas.
Soy un tipo valiente
así de golpe. Soy feliz
y ni siquiera me sorprende.
EL PEZ
Si prestas atención
pasan mantarrayas por encima de ti,
camino del abismo.
Son figuras que no verás más,
te hacen digno un momento de esta noche
y luego desaparecen.
Jose Daniel Espejo - España - 1976 - Su poemario Los placeres de la meteorología aparecerá próximamente bajo el sello Nausícaa, en España. Estos textos pertenecen al libro inédito Quemando a los idiotas en las plazas.
Semáforos (fragmentos)
El corazón está, por ahora, en manos de abogados.
*
La lengua semiescolarizada ha perdido la flauta mágica.
*
Fenómenos extranos ocurren en la Junta Directiva.
*
Todo técnico es oscuro.
*
Todo payaso es mecánico.
*
Las comunicaciones transforman a los vampiros en nanas.
*
Debe haber un fármaco con el que se pueda iniciar una recomposición política.
*
Los antiguos vieron en los juegos de números la danza de la muerte.
*
La sorprendente velocidad de mendigos sin control convierte la vivienda en un lugar de espaldas al espejo.
*
Los vikingos fracasaron desde que aprendieron a saludar.
*
Técnicamente hablando, dios puede ser un multivibrador monoestable.
*
Somos bestias románticas.
*
Más allá de la ropa somos el reflejo del milagro.
*
La música en los templos lima las aristas de cualquier extraña figura.
*
La calle es como una niña loca durmiendo.
*
Para los recién nacidos todas las piedras son preciosas.
*
Los transeúntes de tu destino están hechos de fuego.
*
Las montañas serán seres legendarios.
*
øEn qué consiste un difunto?
*
La telepatía de las vírgenes, el magma de los números.
*
Yo quiero también la sutil alegría de ruedas microscópicas movidas por un líquido.
*
El más elevado nivel de transparencia lo alcanzan los pájaros y los peces.
*
øHarían ustedes un post-grado en colibrí?
*
El porvenir es un misterio guardado entre alfabetos antiguos.
Luis Eduardo Rendón - Colombia - 1972 - Publicó los poemarios Arpa a merced de las manos invisibles (1997), Tras la loba espectral (1998) y La Plaza Mercurio (Ed. Fénix, 2000), al cual pertenecen estos textos. Luis Eduardo es coorganizador del Festival Internacional de Poesía de Medellín y miembro del consejo editorial de la revista Prometeo.
Ojos de testigo
El viento histérico rompe mis hombros
”pera que desmorona la contemplación
del desierto
y hace tambalear al saguaro
rey de catus
Las horas larguísimas
caminan como pesadillas
Después
lentamente llega la calma furiosa
y el cielo del paisaje ocre
se limpia para dejar pasar
la más pura y metálica luz del planeta.
--
La noche blanca
En un inmenso hospital
un cuerpo vestido de espinas
Soy virtualmente la virgen del desierto
estampa desmayada sobre el miedo
Nada más yo
con las manos llenas de clavos calientes
caminando descalza entre las dunas
Un inmenso hospital es un desierto blanco
De mi boca sale el mensaje divino
pero aquí nadie me oye.
--
Enemigos
Tienes razón: el noamor es el que permanece
los nómadas comen dátiles frescos
los escorpiones succionan su propio veneno
Y tú y yo nos aferramos al odio
para mantenernos juntos
en este lado seco de la tierra.
Aleyda Quevedo - Ecuador - 1972 - Publicó Cambio en los climas del corazón (1989), La actitud del fuego (1994), Algunas rosas verdes (1996). Ganó el Premio Nacional de Poesía Jorge Carrera Andrade en 1996. Estos textos pertenecen a su último poemario Espacio vacío (Ed. Línea imaginaria, 2001).
DOS OJOS
El ron viejo.
La medalla en el cajón.
Una bicicleta de doble barra.
La ebriedad junto a un muro.
El estúpido espectáculo de la guerra.
Una vuelta viciosa por el parque.
--
CORT¡ZAR HACE UNA SILUETA
Debajo del dibujo de un pájaro
hecho por un niño,
encuentro el momento
de incertidumbre que esperaba:
olvidarme del dibujo
para que el niño haga otro,
tomarme las manos
para dejarlas volar tras el pájaro.
--
COSMOPOLITAN FULL COLOR
Una pestaña desde este lado de una ventana de un bus en movimiento,
mira la llanura.
El muchacho que la acompaña,
duerme minutos sobre una revista de modas
y busca en su inconsciencia
por qué ella mira la llanura como escapando de él.
El camino es una profusión de guayabos y cedros
sobre una violenta sequedad.
El ojo de agua que sobrevive
vocifera algunas palabras de aliento:
la muchacha sonríe
y él ya despierta para dedicarse a su mirada,
hermosa pestaña que ha vuelto a casa.
Julio Acuña - Costa Rica - 1973 - Poemas suyos aparecen en la antología Instrucciones para salir del cementerio marino (1992).
TRES POEMAS DE ANGUSTIA
DONDEQUIERA EN EL MUNDO
No hay mierda más grande que los arrabales
de las metrópolis, dondequiera en el mundo.
A mí me espanta la mierda de kilómetros cuadrados,
como la muerte encendida en los cementerios
del rico o las callecitas de vidrio del soltero.
Dondequiera, en el mundo.
--
HAIKU
Las aves,
haciendo un rayo
transparente.
--
MATANDO AVES
Con el rostro desafinado y transparente,
las aves, las aves del mundo, las aves
de los arrabales del mundo - y yo matando
a las aves explicándoselo a los perros.
Gianfranco Mammi - Venezuela - 1957 - Viven en Italia. Ha publicado dos libros de poemas en italiano Quaderno con tigre (1999) e Il doppiatore (2000). Es redactor de la revista cultural Plurabelle. Escribe principalemente en italiano.
Es invierno y mi mujer ha descubierto la bondad del mar
en esta noche musitada
con su cuerpo explorado por las aves
desde lo alto
y unas hojas descosiéndose del campo
Es el campo
y en la breve música del tiempo
Selene ha descubierto las bondades del silencio
y ha querido remojar su piel en el impenetrable fondo
de la tierra
Mas no ha podido Selene viajar a las desconocidas
fauces del valle
Se ha detenido con las aves a cantar
y ha conocido del encanto
De las nubes
y construido ella misma con sus manos
Unas alas inmensas
de seda vaporosa
como son de vaporosas sus dos manos
Y ha querido volar por las tinieblas
y se ha caído
y empezado a volar
una y otra vez
sin conseguirlo
y las aves mayores han corregido su vuelo al pie de las montañas
Ahora Selene
es una nube más
Gabriel Espinoza Suárez - Perú - 1971 - Publico Ello (Edición de autor, 1999). Poema inédito.
LA ESPERANZA QUE NOS DIO EL VENENO
La esperanza que nos dio
aquel honesto veneno de mi hermana,
fue, una fugaz esperanza justo
en el preciso momento del brindis.
Luego, nuestra fe, nuestra más
potenciada Fe, contenida
en el vientre de aquella copa
se transformó en un creciente amargor,
que comenzó sobre el lugar
donde finalizan los paladares
y comienza el gran abismo,
como era de esperase aquel lechoso líquido
terminó quitándonos la vida.
La legión entera pereció en el acto,
como si se tratara de un memorable
o antológico suicidio masivo de insectos,
tan jóvenes como crédulos.
En realidad, todos habíamos
nacido de la misma argamasa.
Gente pequeña y lozana,
gente común y corriente,
con los pies en la tierra y el hambre
tatuado delicadamente en los huesos.
Buscábamos.
Solo buscábamos
una extraviada esperanza
en el fondo del turbio del matraz.
Y de esa fugacidad del verbo,
solo obtuvimos una pequeña propina
y fue una breve demora en la antesala.
Fueron poco minutos, que fueron años,
Siglos o tal vez, la eternidad del cobalto.
La esperanza que nos dio el veneno,
fue una esperanza burocrática,
contenida en una larga estadía en espera
de una extraña resolución definitiva.
Allí, sentados sobre el frío mármol,
el tiempo definitivamente no transcurría;
hasta que de pronto, el gran tren se puso en marcha.
La sustancia esperanzadora por fin,
llamó por sus nombres, uno a uno a cada paladar
que conformaban nuestra legión...
Luego, se balanceo como un péndulo,
como la gota de un rocío terminal y cayó
perdiéndose en el abismo y por debajo
de la nube de nuestras oraciones.
Eso fue todo... nada ocurrió de ahí en más.
Seguidamente, entró la muerte
como de costumbre, tediosamente
de la mano de una pequeña niña
que con gran alegría recibió nuestra almas.
Omar Tagore - Uruguay - 1970 - Poeta y músico. Ha publicado poemas en "Antología de poetas argentinos, 1996" Red Literaria Sur y en Grupo Editorial del Sur (Argentina).
Almendras
comí almendras saladas
todo alrededor de mi boca una reminiscencia
y era el espacio un escarnio sin vocales
porque su nombre empieza como los abecedarios
o tiene un mediodía surcándolo
pero él no lo sabe
y se desviste suavemente
para no herirme la pupila.
María Cristina Cambareri - Argentina - 1977 - Sus poemas han sido publicadas en diversos diarios locales, así como en antologías poéticas.
Agua rota (fragmentos)
I
evito las palabras. A cada palabra evito las palabras.
Con cada paso. Cuando escribo no quiero usarlas, no quiero tocarlas cuando hablo.
Escribo para dejar de escribir:
II
el que dejó su pala cerca del sueño, busca en las manos la tierra de su sombra.
El que a la escritura confía la vida, el mismo quien levanta su cuerpo del lenguaje bajo el polvo de la realidad, yace en esta pregunta:
øQuién me plantó aquí?
øQuién, Señor del Jardín Quemado, oscureció su dedo en el cielo y vació el agua de mis ojos?
øQuién me plantó aquí?
øQuién vive? Que no sea la escritura:
III
temes que tu vos sea un río muerto.
Porque en tu garganta ya nada crece, nada nace.
Ni siquiera algo nuevo muere.
Acaso tu lengua es un río de reses muertas.
Un río muerto que te asiste en tu propio entierro:
IV
traes un poco de pan y algo de vino para alimentar la vigilia en la noche de tu alma.
Al fondo de tus ojos miras las manos que ofrendaron sus huesos para construir la casa y llenarla de palabras.
Mientras, la escritura en la oscuridad crece con el parpadeo de las llamas, tu corazón calla; su temblor cesa de latir.
De pronto ya nadie existe.
Estamos solos y sólo en ella piensas. Te entregas al vino de la risa y al pan del silencio, y a tus recuerdos: estos pensamientos que inflaman tu lengua y arden como las palabras que te consumen.
Y quieres morir, y para eso escribes:
Felipe García Quintero - Colombia - 1973 - Publicó Monólogos del huésped (1996), Vida de nadie (1999) y Piedra vacía (Ed. Línea imaginaria, Ecuador, 2001). Con este libro ganó el Premio Iberoamericano de Poesía Neruda 2000. Estos poemas pertenecen a Piedra vacía.
Después de la pelea
Miro el mar por la ventana.
La sal envuelta en el aire se recuesta sobre mi piel y la reseca. El ruido de las olas meciéndose, se filtra en mi memoria y de tanto en tanto las aguas me acarician, como plumas cuando se funden con la arena translucida de la playa.
Reparo en las gaviotas que borbotean chillidos y planean sobre tu cuerpo.
Me entretengo en sus hazañas. Fugitivas se enredan en tus cara y te picotean hasta arrancarte las entrañas por los hoyos de tus ojos.
Y entonces suena el portero. Y atiendo, te abro. Y las ventanas de mis ojos devuelven otra vez la Avenida Rivadavia.
A propósito ya no te odio.
Ana Lema - Argentina - - Poema inédito.
Más allá de su piel
la piedra guarda un secreto
idéntico a sí mismo
y oculta al Poderoso
allí
donde nuestras torpes manos
hubiesen puesto un corazón.
**
Roberto Genta Dorado - Uruguay - 1957 - Ha editado en poesía: De puño y letra (1986), Geometrías y Elegías (1987), Piedra Abierta (1994), Caída Libre (1996) y Paraíso Breve (1999) Segundo Premio de Poesía Inédita del Ministerio de Educación y Cultura de su país. De próxima aparición su libro Sangre Sucia. Al cual pertenece este poema..
día 9
nada te detuvo entonces
ni la memoria ni el olvido
tampoco la angustia
que para ese tiempo
te crecía como mala hierba
solo lo hiciste,
a secas
y así todo se redujo a olvidar
y se terminaron los finales
y los principios
los fuegos y las cenizas
y hasta las camisas dejaron de ser de fuerza
y todo fue aquí
justo arriba de tu sombra
**
día 12
qué necesitan ahora
tus dioses,
qué sienten
ante esa humedad que ya no les pertenece,
ante tanta piel derramada en vano
Diego Lara - Ecuador - 1972 - De su libro Eva Medusa (Eskeletra, 2000).
Mi padre enfermo de sueños
en el asfalto incandescente de cien mil mediodías caminados
bajo el sol en vertical
perdió sus pies
y apoyado en sus rodillas sigue buscando
el camino de vuelta a casa.
Mi padre sueña,
rendido por el cansancio,
que vuelve a su tierra y planta sus piernas y le crecen pies jóvenes
y la savia de su tierra negra le alivia el dolor de las arrugas
y resucita sus cabellos muertos.
Luego despierta en un piso alquilado a la ciudad de los huracanes de la miseria
y blasfema y maldice y no tiene amigos.
Escondido en la noche
papá llora por las certezas que lo defraudaron.
Del otro lado de su piel
mamá llora por mamá
mamá llora por su casa que ya no habita
y por paz y reposo y risa.
Papá y mamá lloran
cada uno a espaldas del otro en la cama
en el más crudo estruendoso hermoso silencio
que modula en frecuencias infrahumanas
sonidos que se articulan como palabras:
"si aquí no estan mis sueños
cómo puedo dormir aquí".
Y que sólo yo escucho
con la cabeza enterrada en la almohada.
Concebida de la nostalgia
nací con lágrimas en el sexo con tierra en los ojos con sangre en la cabeza.
No soy lo que soñaron
como tampoco lo son sus vidas.
Miriam Reyes - España - - De su libro Espejo negro (DVD ediciones, Barcelona, 2001).
Las rodillas de mi madre se me aparecen en sueños. Con súbito pavor salgo
corriendo de mi casa en llamas. Veo las rodillas de mi madre bajo la noche
porque la noche es como una manta de rostros indios. Mi abuelo conocía un
dialecto mapudungun. Mi madre todavía habla con los muertos. La noche está
repleta. Vivo en La Colina de la Sorpresa. Sus rodillas están secas y
pálidas. No me olvido del dolor de nunca haberme pateado el espasmo øporqué
tenían que aparecerme en sueños? Una mujer le dice a otra en nombre del
señor su esposo va a volver. Una loca le dice a los niños ustedes son
bonitos ustedes son más locos que yo. Oigo. Escucho lo que hablan estas
mujeres mientras pienso en las rodillas de mi madre que se me aparecieron en
sueño. Estoy estremecido. Un peregrino le dijo a alguien que si los perros
ladran es que se cabalga øqué quieres de mí? øque también diga algo? øacaso
recordar la vez que incendiamos nuestra casita?
Héctor Hernández - Chile - 1979 - Del libro inédito Correspondencia privada con mi madre cuando éramos pirómanos.
Soledad brother
1
aún nuestros sueños son difíciles
querido brother
desde hace años quise ver belleza
y la ví
no hay nada más hermoso -por ejemplo-
que un motín de reos al atardecer
el rostro del asesino de un presidente
o una mujer menstruando en un hotel barato.
soledad
de la soledad sólo extraño
el cesto de ropa sucia
y mis dientes sin lavar
talvez un poco los vicios.
así es brother
es mal síntoma estar solo
te sientas durante horas viendo la escoba
te fotografías con ella
le pones un collar de perro
y le suplicas que no se vaya
haces cosas idiotas
como escribir o leer poesía erótica
perseguir personas ocupadas
o terminar el día con seis latas de cerveza
jalando coca en un cine
perdido viendo una película tonta.
religión
sobre la religión
una cosa tienes segura
si hablas de dios
tienes que hablar con un alcohólico irredento
pregúntale a qué sabe la ropa limpia después de veinte días
a dónde corre cuando llueve de madrugada
puede que toda tu seriedad sea un chiste
no vengas con poemas y lecciones de contracultura
si no has robado ni siquiera un libro.
una vez estuve en la cárcel
organicé un coro de reos
que cantaba a brahms en el patio
allí comprendí que los libros se escriben
cuando no estamos escribiendo.
todos somos monstruos brother
y lo único que nos mantiene vivos
es el deseo de hacernos daño
øcrees que puedes darle poder a un hombre
sin que éste se vuelva un mierda?
somos trescientos mil millones de pijoteros
arribistas y perdedores
la historia no es de nadie
para qué volver a la historia.
la verdad no es de nadie
para qué decir la verdad.
Javier Payeras - Guatemala - 1975 - Del libro inédito Soledad brother.
LOS MUERTOS
Pisadas en el barro.
Pronto el viento y la lluvia
llenarán el vacío
y será necesaria
una voz que recuerde:
hubo aquí una andadura,
un camino orientado,
tal vez una intención
de llegar más allá.
**
ALGO QUE NO ACABA DE SONARNOS BIEN
Ese ruido de fondo
es el rumor del tiempo:
sordo como las máquinas de un barco
en el que no acabáramos
de sentirnos a gusto.
Miguel Ibáñez de la Cuesta - España - 1960 - Textos inéditos. En 1993 ganó el Premio de Poesía José Hierro con su libro Doce
canciones para pasar el tiempo (Ayuntamiento de Santander, 1993). Publicó también Sobre el paso del tiempo y otras faenas (Ayuntamiento de
Alcantarilla, Murcia, 2000).
Jardín de gentes
La felicidad
son esas cuatro palabras
que Julián
tira al mundo
para que empiecen a volar
Mi vieja va a cumplir setenta
entre tejo
nietos
y las tortas fritas
que tanto le gustan a Nelson
mi viejo descansa
hace una eternidad
bajo la tierra
tenia razón
Heráclito
nunca nos mojamos
dos veces en el mismo río
sobre todo
a esta altura de la vida
en que las cosas
suceden
a la velocidad de un hijo
Daniel O. Martínez - Argentina - 1963 - De su libro inédito Katrú.
II
Has despertado con el rozar de un ratón por encima de tu cabeza y te estremeces hasta el ultimo vello de tu cuerpo: "mas un roedor que se desliza agazapado entre tus cabellos, es solo un roedor buscando a otro roedor"
Leo Zelada - Perú - 1970 - Publicó, entre otros, los poemarios Delirium tremens(1993) y Diario de un cyberpunk(2001). A este libro pertenece el presente texto.
EL EMBARCO A LA ISLA DE CITEREA
EL RAPTO
Devoraba la carne del imponente toro, que impetuoso,
coronándola de rosas y colmándola de bienes
convirtiola en una ínsula que en todo asemejaba
al más hermoso reino de este mundo.
LA PARTIDA
El dos es una casa donde las estrellas titilan encima
de todas las cabezas, el aire blanco, refractario, perfora
los convenidos puntos cardinales. Dices siete palabras
mágicas y un incendio podría despojarlo todo de sentido.
NAVEGACI”N
El tres conoce la amargura de morir en el fuego
cárdeno de cada atardecer.
ANTE EL ESPEJO
Cuatro escalones o cuatro veces el número cuatro
para atravesar nada más que una puerta,
y del otro lado tomar los atributos de la fuerza.
PRIMAVERA
El cuerpo y el espíritu, ambos juntos, suman cinco,
la llave, la cifra clave para empezar la vida,
los cinco elementos bajo apariencia sagrada de libélula.
OFRENDA A VENUS
Todo cuando florece, todo lo que germina
es un reflejo del oscuro mirto que nace entre las olas.
LAS MUSAS
Las langostas y las hormigas destrozan un poema
catalán que terminé para mi cumpleaños, y sueltas
sobre el papel quedan vocales y consonantes
en el mayor desorden.
Rodolfo Hasler - Cuba/España - 1958 - Publicó, entre otros, los poemarios Poemas de arena (Ed. E.R., Barcelona, 1982), Tratado de licantropía (Ed. Endymión, Madrid, 1988) y Poemas de la rue de Zurich (Miguel Gómez Ediciones, Málaga, 2000).
Vaca negra sobre fondo rosa
hasta los cinco años de edad jamás había visto un tren de carga;
y hasta los ocho jamás un meteorólogo.
La muchacha con sombra chinita
fue un día mi muchacha con sombra chinita, y a éste
que juega en la arena de la playa llamamos nuestro hijo, pues
es lo que es, como la bola azul es sus manos es la bola azul
en sus manos y el verano es otra bola azul en sus manos.
Las cosas son lo que son y sé que antes de necesitar
afeitarme otra vez ya habrán vuelto al frío
de su nuevo país. Y tal vez en mis sueños
vuelvan a hacer falta las tres dimensiones
de ese mundo espeso como una
vaca negra sobre fondo rosa.
Carlito Azevedo - Brasil - 1961 - Publicó Collpasus Linguae (Lynx, 1991), As bañistas (Imago, 1993) y Sob a noite fisica (Sette Letras, 1996). Dirige la revista de poesía Inimigo Rumor. Este poema aparece en el libro de reciente publicación Versos de circunstancia. Traducción de Aníbal Cristobo para LAA.
EXIGENCIAS
Diablos, si se lo preguntan a tu madre qué va a decir
en tu defensa, qué, ese hombre de pie en el umbral
tu padre, qué argumento, las razones al menos, no
el amor razón oscura, un por qué o para qué,
qué van a decir, diablos, si apenas soñaron
o harán una metáfora, el héroe, tú, no sabrás
qué arg¸ir, cómo explicar, nada más
pruebas, pruebas, una tarea fundamental
eterno forastero, si estás aquí
qué pruebas tienes de ti mismo.
John F. Torres Sanmiguel - Colombia - 1964 - De su libro Palabras de más (Ed. Magisterio, 1998). Publicó, entre otros, La camisa en llamas (edición de autor, 1987) y En el centro de la hoguera (Ed. Punto de partida, 1990). Próximamente publicará Alguien creerá que esto era la poesía. Ha ganado varios concursos de cuento y poesía en Colombia y en el exterior.
En dirección a Hsien Yu
Atravesando el otoño
camino solitario
hacia el templo de Hsien Yu.
La brisa no roza las hojas,
monos y pájaros duermen
próximos, sobre las ramas.
Mis pies se apoyan firmes
sobre el sendero
mas no perturban el silencio
de esta tarde.
Como una sombra cruzo
los últimos campos de arroz.
Diego Muzzio - Argentina - 1969 - Poema de su libro Sheol Sheol (Premio Fondo Nacional de las Artes 1996, editado en 1997 por el Grupo Editor Latinoamericano). Publicó El hueso del ojo (1990) y ganó la cuarta edición del Premio Hispanoamericano de Poesía Sor Juana Inés de la Cruz con su libro Gabatha.
Una alegre cuadrilla
Una alegre cuadrilla escandaliza Suiza.
Shelley, su mujer, la hermana de ésta,
que es amante de Byron, Bardo de Inglaterra.
En una hostería junto al lago Leman
Shelley estampa su condición de ateo
en el libro de registro
y despierta el furor de los piadosos posaderos
que echan al grupo a la intemperie del otoño.
Durante la noche, frente al lago y los pinos
al calor de una fogata
los dos poetas amigos intercambian
sus convicciones asociales.
Los hombres no están hechos
para vivir en multitudes.
Es preciso buscar la soledad,
la selección afectiva de los pequeños grupos.
Defender el ser propio a toda costa.
Los vecinos de Ginebra sospechan
del promiscuo cuarteto:
aquellos extravagantes vates se acuestan
de consuno con sus hembras.
Es la conclusión que ofrecen a la gente.
Eliécer Cárdenas - Ecuador - 1950 - Narrador, ha publicado las siguientes novelas: Polvo y ceniza (Premio Nacional Casa de la Cultura Ecuatoriana 1978), Que te perdone el viento y Una silla para Dios (Premio Diario El Universo, 1997). Este texto, perteneciente a la serie inédita Poemas narrativos, aparece en la revista Línea Imaginaria (Ecuador, número 3, marzo 2001, lineacero@mixmail.com).
La última tarde
Giro del mismo lado
la puerta.
Avanzo con el mismo miedo.
Extiendo la mano hacia
vos
pero no te detengo.
Te veo partir
y el olor de la lluvia me distrae.
Alejandra Castro - Costa Rica - 1974 - Poema del libro inédito No sangres. Publicó Desafío a la quietud (Ed. El Quijote, 1992), Loquita (Ed. Universidad de Costa Rica, 1998) y Tatuaje giratorio (Ed. Costa Rica, 1999). Su obra ha merecido varios premios en su país y en el exterior.
Los Amigos de lo Ajeno
por depeupleur > 3/12/2008
ver: Poesía, Revista, Transcripciones
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6 Comments:
Excelente aporte, Juan. Habrá que buscar la explotación con un proyecto como el de Chaves, con esa fuerza, pero en la narrativa. Hay que revisar este pedazo de historia con detenimiento.
Incisto es necesario alimentar la narrativa, sin duda.
Estimado Juan, acabo de establecer un vínculo (además de transcribir información) desde mi blog Viga bajo el agua http://vigabajoelagua.blogspot.com hasta Los amigos de los ajeno en tu blog. Un saludo cordial.
que gran noticia saber que la amigos de lo ajeno sobrevive...
d.
qué bueno, no lo había visto.
puta, qué lindo!
hace muchos años, como 10 mínimo, tenía (no sé cómo) 3 ejemplares de los amigos de lo ajeno en mis manos (1, 2 y 4), ahora buscando algo de ellos me topo con esto.
un gusto, además estaré mirando el blog y lo sumo al mio, saludos :D
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